Nos tomamos el té mientras Alphie roe el último pedacito de pan cubierto de azúcar. Nos hace reír porque se unta de azúcar toda la cara y nos sonríe con esos cachetes pegotudos.... No nos reímos mucho rato, no hay más pan y los cuatro tenemos hambre. "Las cenizas de Ángela" (1996), Frank McCourt
"Las cenizas de Ángela" (1996) Frases de "Las cenizas de Ángela" (1996) Frases de Frank McCourt
El hambre y la falta de glóbulos rojos le quitan la entereza a cualquiera. "La isla del doctor Moreau" (1896), Herbert George Wells
"La isla del doctor Moreau" (1896) Frases de "La isla del doctor Moreau" (1896) Frases de Herbert George Wells
Oscuridad. El aire es luminoso y tibio en el invierno alicantino, pero martín ve en todas partes una oscuridad que le hiela los huesos. Hambre, hambre devoradora. Un hambre como nunca ha tenido martín, ni siquiera en tiempos de guerra. El pan es amarillo y pesado, se rompe al caer al suelo. "La insolación" (1963), Carmen Laforet
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El hambre es deseo. Es un deseo más amplio que el deseo. No es voluntad, que es una forma de fuerza. Tampoco es debilidad, ya que el hambre no conoce la pasividad. El hambriento es un ser que busca. Si Cátulo recomienda resignación es precisamente porque él no se resigna. Hay en el hambre una dinámica que prohíbe aceptar el propio estado. Es un deseo que resulta intolerable. Alguien podrá decirme que el deseo de Cátulo, que está relacionado con la falta de amor, la obsesión debida a la ausencia de la amada, no tiene nada que ver. Sin embargo, mi lenguaje detecta en él un registro idéntico. El hambre de verdad, que no es un capricho de carpanta, el hambre que despechuga y vacía el alma de su sustancia, es la escalera que conduce al amor. Los grandes enamorados fueron educados en la escuela del hambre. "Biografía del hambre" (2004), Amélie Nothomb
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El hambre es una forma de imprevisión, no sólo un estado físico sino psíquico, que no deja lugar para los pensamientos coherentes. "Otoño alemán" (1947), Stig Dagerman
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Porque cuando uno tiene hambre se vuelve inteligente. "La llave estrella" (1978), Primo Levi
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Ya no era el hambre lo que nos mataba, sino la propia hambruna. "Regreso a Birchwood" (1973), John Banville
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Los hombres yacían tal cual habían muerto de hambre, descoloridos y tendidos en una indescriptible inmundicia humana. "Los cañones del atardecer" (2013), Rick Atkinson
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Los niños tenían caras de viejo y hablaban con gravedad. El Hambre reinaba en el barrio como dueña y señora y sus manifestaciones se advertían por doquier. Las calles eran tortuosas y estrechas, amén de sucias como muladares y las casas de que se componían estaban habitadas por gente sumida en la más negra miseria. "Historia de dos ciudades" (1859), Charles Dickens
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Si nos fuéramos a morir de hambre ya nos hubiéramos muerto. "El coronel no tiene quien le escriba" (1961), Gabriel García Márquez
"El coronel no tiene quien le escriba" (1961) Frases de "El coronel no tiene quien le escriba" (1961) Frases de Gabriel García Márquez
El niño pasó al Caravelle donde también estaba su amiguita del 203; jugaban con sus autos y se divertían mucho porque eran los únicos que no pasaban hambre. "Todos los fuegos el fuego" (1966), Julio Cortázar
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El hambre es la aniquiladora de todas las grandes cosas. "La decadencia de occidente" (1918), Oswald Spengler
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