En efecto, la institución de la herencia presupone ya la propiedad privada, y ésta surge solamente con la aparición del intercambio.
Toda sociedad que rompa con la propiedad privada se verá en la necesidad de organizarse dentro del comunismo anarquista.
Todas las civilizaciones, hasta el presente, se han basado en la propiedad privada de los medios de producción. Civilización y propiedad privada fueron siempre de la mano. "La acción humana" (1949), Ludwig von Mises
Frases de "La acción humana" (1949) Frases de Ludwig von Mises
Dondequiera que existe la institución de la propiedad privada, aunque sea en forma poco desarrollada, el proceso económico presenta como característica una lucha entre los hombres por la posesión de bienes.
La propiedad privada tiene asignada una función social dentro de la comunidad nacional. "Doctrina peronista" (1947), Juan Domingo Perón
"Doctrina peronista" (1947) Frases de "Doctrina peronista" (1947) Frases de Juan Domingo Perón
El cristianismo condena con la misma fuerza tanto al comunismo como al capitalismo salvaje. Existe una propiedad privada, pero con la obligación de socializarla en parámetros justos. Un ejemplo claro de lo que sucede es lo que pasa con el dinero que fuga al exterior. El dinero también tiene patria, y aquel que explota una industria en el país y se lleva el dinero para guardarlo afuera está pecando. Porque no honra con ese dinero al país que le da la riqueza, al pueblo que trabaja para generar esa riqueza. "Sobre el Cielo y la Tierra" (2010), Jorge Bergoglio
Frases de "Sobre el Cielo y la Tierra" (2010) Frases de Jorge Bergoglio
Los proletarios tienen que destruir la propiedad privada. "Manifiesto del Partido Comunista" (1848), Karl Marx
"Manifiesto del Partido Comunista" (1848) Frases de "Manifiesto del Partido Comunista" (1848) Frases de Karl Marx
Así, pues, no podemos afirmar sencillamente que la gran norma moral axiomática de la sociedad libertaria sea la protección de los derechos de propiedad tal como aparecen y sin más discusiones. El delincuente no tiene derecho natural a conservar la propiedad de lo que ha robado; al agresor no le asiste el derecho a reclamar propiedad ninguna sobre lo que ha conseguido mediante su agresión. Por tanto, tenemos que modificar o, mejor dicho, clarificar la norma básica de la sociedad libertaria para decir: nadie tiene derecho a agredir la propiedad justa o legítima de otro. En resumen, no podemos limitarnos a hablar simplemente de la defensa de los "derechos de propiedad" o de la "propiedad privada" per se. Si procedemos así, corremos el grave peligro de defender el "derecho de propiedad" de un agresor delincuente, cosa que, por simple lógica, nos veríamos obligados a hacer. Tenemos que hablar, por tanto, de propiedad justa o legítima o, tal vez, de "propiedad natural". Y esto significa que tenemos que determinar, caso por caso, si un acto de violencia es ofensivo o defensivo, esto es, si nos hallamos ante un delincuente que roba a una víctima o ante una víctima que intenta recuperar su propiedad.
La propiedad privada no desaparece porque yo me he quedado sin mi casa, sino porque no sé quién la habita, no sé quién está dentro de la casa. Soy un hombre sin ahorros, soy un hombre sin porvenir, soy un hombre temeroso, soy un hombre cuyos hijos tienen una realidad actual pero no necesariamente proyectada en el tiempo. Entonces la propiedad privada ha sido avasallada porque no me pertenezco más, ya no me pertenezco más, soy lo que hicieron de mí pero yo ya no puedo reconocerme en los atributos referenciales con los que constituía mi identidad: los tres atributos fundamentales de la sociedad burguesa: la idea del ahorro, la idea del trabajo y la idea del porvenir.
Lo arrancaron todo sin piedad: arbustos nobles, rosaledas, frutales, tilos y castaños centenarios. Querían hacer borrón y cuenta nueva. Tener algo que fuera totalmente suyo. Les producía un placer irracional poder hacer con su propiedad lo que quisieran. Querían desquitarse de tantos años de riguroso control y, tanto para la propiedad del Estado como para la recién adquirida propiedad privada, las consecuencias fueron desastrosas. "El libro del recuerdo" (1986), Péter Nádas
"El libro del recuerdo" (1986) Frases de "El libro del recuerdo" (1986) Frases de Péter Nádas
Un país que pretende conseguir un desarrollo económico sobre las bases del derecho de propiedad privada, incluido respecto de los medios de producción no estratégicos o vitales, y de la admisión de la iniciativa particular en el campo económico, armonizada con la necesaria planificación del Estado en este rubro, debe promover una política económica que conceda al consumidor un papel activo en la orientación de la economía, y que reconozca el valor de una competencia entre productores y distribuidores dentro de normas claramente establecidas y garantizadas por la autoridad.
La cultura, los productos de la inteligencia y la sensibilidad, es algo que debe circular libremente, gratuitamente, porque no puede ser propiedad privada de nadie, ya que la mente no es propiedad privada de nadie.