01. Es fácil ser notablemente "compasivo" cuando otros son obligados a pagar los costos [de la compasión].
02. La falsificación genera un problema sólo si tiene éxito, es decir, siempre que la falsificación esté tan bien diseñada que no se descubra.
03. El intercambio es la base principal de nuestra vida económica. Sin intercambio, no existiría economía verdadera y, prácticamente, tampoco habría sociedad.
04. Pues, como organización criminal, con todos sus ingresos y activos derivados del crimen de los impuestos, el Estado no puede poseer ninguna propiedad justa.
05. La especialización permite que cada hombre desarrolle su mejor habilidad, y hace posible que cada región desarrolle sus propios y particulares recursos naturales.
06. Nuestra conclusión es que un mercado libre como el alabado por los utilitaristas, basado en el reconocimiento de todos los títulos de propiedad actualmente existentes, es nulo y éticamente nihilista.
07. Las relaciones con el Estado deben guiarse por consideraciones de simple prudencia y pragmatismo, que implican que los individuos deben tratar con el Estado como un enemigo que es, por el momento, más poderoso.
08. En el mercado libre, cada cual gana según su valor productivo en satisfacer los deseos de los consumidores. Bajo la distribución estatista, cada uno gana en proporción a la cantidad que puede saquear a los productores.
09. La producción no tiene ningún sentido, excepto como un medio para el consumo. La inversión en bienes de capital no significa nada, a excepción de cuando es una necesaria estación intermedia en la ruta hacia más consumo.
10. (...) La falsificación de moneda, por tanto, es inflacionaria, tiene un efecto de distribución, distorsiona el sistema económico y equivale a un sigiloso y malicioso robo y a la expropiación a todos los legítimos propietarios de la sociedad.
11. Los falsificadores de moneda suelen ser vilipendiados, y con razón. Una de las razones por las que el oro y la plata vienen bien como dinero es la de que son fácilmente reconocibles y que son especialmente difíciles de imitar por los falsificadores.
12. Es evidente que el común entusiasmo por la igualdad es, en un sentido fundamental, anti humano. Tiende a reprimir el florecimiento de la personalidad individual, de la diversidad y de la civilización misma. Es la búsqueda de la uniformidad de los salvajes.