No tengo más que al pueblo y a los militares hasta el grado de capitán; el resto me temen, pero no puedo contar con ellos.
Había en nuestros sueños delirios de distancia, sabíamos que el agua corría rumbo al mar, y hacíamos barquitos con hojas de esperanza y vos eras la reina y yo era el capitán...
Este capitán era uno de esos valiosos mortales que se encuentran en todo tipo de profesiones, aun en las más humildes; esa clase de persona a la cual todo el mundo está de acuerdo en llamar "un hombre respetable". "Billy Budd, el marinero" (1924), Herman Melville
"Billy Budd, el marinero" (1924) Frases de "Billy Budd, el marinero" (1924) Frases de Herman Melville
En un primer momento, la gruta me pareció profundamente oscura. Los rayos solares parecían apagarse en ella por degradaciones sucesivas. Su vaga transparencia no era ya más que luz ahogada. El capitán Nemo entró en ella y nosotros le seguimos. Mis ojos se acostumbraron pronto a esas tinieblas relativas...
Sabía que nuestro respetable capitán, que sentía una preocupación tan paternal por el bienestar de su tripulación, no aceptarla gustosamente que uno de sus mejores hombres enfrentase los peligros de un viaje entre los nativos de una isla salvaje. "Typee" (1846), Herman Melville
"Typee" (1846) Frases de "Typee" (1846) Frases de Herman Melville
Después que todos estuvieron a punto en orden de batalla, así de una parte como de la otra, cada capitán animaba a sus soldados lo mejor que sabía.
Su capitán, al ver que le debía la vida, le pidió perdón por todo el daño que le había hecho; y tras haber contado al rey lo que le había sucedido, Fatal fue ascendido a capitán, y el rey le dio un sueldo considerable. ¡Oh! Sus soldados no habrían pensado jamás en matar a Fatal, pues él los amaba como si fueran sus hijos; y lejos de robarles lo que les pertenecía, les daba de su dinero cuando cumplían con su deber. Los cuidaba cuando eran heridos y no les reprendía nunca por mal humor.
Frases de Jeanne Marie Leprince de Beaumont
El capitán Jim era un anciano de alma elevada y mente sencilla, con una eterna juventud en los ojos y en el corazón. "Ana y la casa de sus sueños" (1917), Lucy Montgomery
Frases de "Ana y la casa de sus sueños" (1917) Frases de Lucy Montgomery
Capitán, Capitán, escúchame. El único océano está en nosotros.
Los premios tienen menos importancia que el hecho de que un niño de 10 años te diga que ama al capitán Sparrow.
El propio capitán Gault había sido herido en una ocasión. Desde hacía seis años, cuando regresó inválido de las trincheras, llevaba en el cuerpo fragmentos de metralla que permanecerían allí para siempre. Aquellas heridas habían significado el fin de su carrera militar: seguiría siendo capitán toda su vida, lo cual suponía una profunda decepción para él, pues siempre se había imaginado alcanzando una graduación mucho más alta. Sin embargo, no era un hombre frustrado.
El capitán, por ejemplo, tiene que ser un tío que piense en el bien del vestuario, que defienda lo que tenga que defender según dicte el sentido común y el interés colectivo; y que también ataque lo que haya que atacar por el mismo motivo. Y si se da el caso de que el entrenador se equivoca, pueda decírselo de un modo correcto y argumentado. Pero, si se toma una decisión, el capitán debe ser el primero en preocuparse por que se cumpla lo pactado y todos los jugadores acaten las decisiones.