Un traidor es un hombre que dejó su partido para inscribirse en otro. Un convertido es un traidor que abandonó su partido para inscribirse en el nuestro.
Al tratar de la vida feliz, no debes nunca contestarme como en la elecciones: este partido parece tener mayoría, pues por esto mismo, es el peor.
La consecuencia de no pertenecer a ningún partido será que los molestaré a todos.
El partido más fuerte es el partido más lógico.
No tengo simpatía alguna por ningún partido político o, mejor dicho, los aborrezco a todos, porque todos me parecen igualmente limitados, falsos, pueriles, empleados en lo efímero, sin visión de conjunto y sin elevarse jamás más allá de lo útil.
Un partido es una locura de muchos en beneficio de unos pocos.
Si un partido político no tiene su fundamento en la decisión de promover una causa por derecho y moral, entonces no es un partido político, sino que no es más que una conspiración para tomar el poder.
Este Partido es una cruzada moral o no es nada.
La humanidad y la política en el fondo siempre se excluyen. Ambas son necesarias, pero es casi imposible servir a ambas a la vez. La política exige un partido, la humanidad prohíbe el partido.
La libertad, sólo para los miembros de gobierno, sólo para los miembros del Partido, aunque muy abundante, no es libertad del todo. La libertad es siempre la libertad de los disidentes. La esencia de la libertad política depende no de los fanáticos de la justicia, sino de los efectos vigorizantes y benéficos de los disidentes. Si "libertad" se convierte en "privilegio", la esencia de la libertad política se habrá roto.
El ciudadano tiene la ilusión que elige y sólo se limita a escoger entra la reducida lista que los financieros han decretado apta para el consumo popular. El político y su partido lo saben y sabe por consecuencia que antes de someterse a la elección popular ha de tener el visto bueno de los financieros, y este visto bueno se obtiene a cambio de la entrega de los intereses populares. Cuando el día del comicio llega, el pueblo no elige sino dentro de la opción que los financieros le proporcionan.
¿No se adhiere usted a ningún partido? No, quiero seguir pudiendo despreciar a todos los sinvergüenzas, y especialmente a los de ideas parecidas a las mías.