Tenemos la misma savia y la misma raíz, haya comercio, pues, entre nosotros.
Este país, que al parecer no reflexiona ni tiene conocimientos económicos, será sin comercio un país desgraciado, esterilizando su felicidad y holgando su industria.
Noche corta. En las afuera de un villorrio un comercio esta abierto.
Las ideas son refinadas y multiplicadas por el comercio de las mentes.
El comercio cambia el destino y el genio de las naciones.
El comercio exterior de la Nación debe orientase hacia el abastecimiento interno y la consolidación y diversificación de los mercados de importación y exportación, a fin de obtener términos de intercambio justos y equitativos. "Doctrina peronista" (1947), Juan Domingo Perón
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Sí, el futuro es de los grandes capitales y de los esfuerzos centralizados de las grandes masas. Toda la industria y todo el comercio, acabarán por no ser más que un inmenso bazar único, donde la gente podrá proveerse de todo.
Por vez primera en la historia, con la fundación de los grandes almacenes, los consumidores empiezan a sentirse como masa (antes sólo se lo imponía la escasez). Con ello el elemento circense y teatral del comercio aumentará de modo extraordinario.
Emblemas arquitectónicos del comercio: el escalón que sube a la farmacia, o el estanco que se adueña de la esquina. El comercio aprovecha los umbrales.
En un sistema de comercio perfectamente libre, cada país, dedica su capital y trabajo a los empleos que le son más beneficiosos, utiliza más eficazmente las facultades peculiares y distribuye el trabajo más eficaz y económicamente. Con esto difunde el beneficio general, une por medio de los lazos del interés y el intercambio, la sociedad universal de las naciones, ya que es más fácil importar aquellas cosas que cuestan más producir y exportar aquellas que podemos producir más cómodamente (más beneficioso aplicar todo el capital a aquello en lo que somos buenos produciendo, que a aquello que nos cuesta más).
La política y el comercio en forma desarrollada -arte de obtener sobre el contrario éxitos positivos mediante superioridad espiritual- son substitutivos de la guerra con otros medios. "La decadencia de occidente" (1918), Oswald Spengler
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Arduo comercio el vivir. "La firma de todas las cosas" (2013), Elizabeth Gilbert
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