Las faldas, como los telones de los teatros, producen curiosidad. "Intimidad" (1998), Hanif Kureishi
"Intimidad" (1998) Frases de "Intimidad" (1998) Frases de Hanif Kureishi
(...) Pero a mí no me gustaba, cuando se arremangaba las faldas enseñaba unas piernas llenas de grasa y protuberancias, como sacos, las piernas han de ser bonitas, tanto Kamilka como Líba tienen unas piernas delgadas y un cuerpecito magnífico del que incluso Batista estaría satisfecho, porque son la garantía de la felicidad conyugal. "Las desventuras del viejo Werther" (1994), Bohumil Hrabal
"Las desventuras del viejo Werther" (1994) Frases de "Las desventuras del viejo Werther" (1994) Frases de Bohumil Hrabal
Las mujeres en la iglesia no deben mirar más hombre que al oficiante, y a ése porque tiene faldas. "La casa de Bernarda Alba" (1936), Federico García Lorca
"La casa de Bernarda Alba" (1936) Frases de "La casa de Bernarda Alba" (1936) Frases de Federico García Lorca
Con la poesía sucede lo mismo que con las mujeres: llega un momento en que la única actitud respetuosa consiste en levantarles la pollera.
Pero quién vio jamás el ruedo misterioso de tu falda mientras cortas las rosas en la tarde ni el roce y la tristeza de la lluvia como un ajeno llanto por mi cara.
Su falda semejante a viento azul que llega como una promesa concedida.
A veces me quedaba un top u otro trapito, pero el hecho de que todo fuera de la talla cero me lo ponía difícil. Casi siempre repartíamos la ropa entre gente con hijas preadolescentes, las únicas con alguna posibilidad de caber en ella. Yo imaginaba a niñas con cuerpo de niño paseándose con faldas de tubo Prada y provocativos vestidos Dolce & Gabbana. "El diablo viste de Prada" (2003), Lauren Weisberger
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(...) Ella, la que siempre estaba alegre, la más espumosa de todas mis tías, la que enseñaba las piernas cuando bailaba moviendo las faldas como alas de mariposas.
(...) Perdiéndose entre los senderos floridos e internándose en el bosque hasta llegar a las faldas de una colina, pasan alegremente los días, escondidos en el fondo de los matorrales que abrigan, complacientes, sus amores.
Para ser hermosa, lo que una mujer necesita es un suéter negro, unas faldas negras y caminar del brazo de un hombre que ame.
Las conferencias deben ser como las faldas de las mujeres: suficientemente largas para contener algo y suficientemente cortas para despertar el interés.
Se subió más la falda. Era como el comienzo de la vida y de la risa, era el significado verdadero del sol. "Factótum" (1975), Charles Bukowski
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