París nunca volvería a ser igual, aunque seguía siendo París. "París era una fiesta" (1964), Ernest Hemingway
"París era una fiesta" (1964) Frases de "París era una fiesta" (1964) Frases de Ernest Hemingway
En cuanto a París, es una ciudad muy notable y tiene que soportar las etiquetas románticas que le imponen toda clase de personas.
La lucha por la existencia, y el sentimiento de noble ambición, de adquirir un nombre notable, fueron las pasiones que le dominaron. Su espíritu, su imaginación oriental, su naturaleza exuberante de ternezas, se concentró cual un gusanillo dentro de su capullo, en el ambiente cálido e incitante de París.
Frases de Aurora Cáceres Moreno
He nacido en París, de familia cubana, española, francesa, italiana y americana, ¡Y lo más asombroso es que tengo la sensación muy clara de ser de todas esas nacionalidades a la vez!
(...) En París es distinto. La gente se aleja, la gente se va empequeñeciendo, y uno tiene tiempo, aunque no quiera, de decirle adiós. En África no, allí la gente habla, te cuenta sus problemas, y luego una nube de humo se los traga y desaparece, como desapareció Belano aquella noche, de golpe. "Los detectives salvajes" (1998), Roberto Bolaño
"Los detectives salvajes" (1998) Frases de "Los detectives salvajes" (1998) Frases de Roberto Bolaño
Vivir en París desde hace cuarenta años me ha marcado, sin duda. Desde mi primer libro, y en todos los siguientes, París siempre ha estado muy presente.
París es la única ciudad del mundo donde morirse de hambre es todavía considerado un arte. "La sombra del viento" (2001), Carlos Ruiz Zafón
"La sombra del viento" (2001) Frases de "La sombra del viento" (2001) Frases de Carlos Ruiz Zafón
Hasta mis treinta años nunca sostuve una cámara; La fotografía no tenía relación alguna con ninguna de las cosas que me interesaban. Pero durante cinco o seis años desde 1924, hice vida nocturna en París, durmiendo de día y caminando de noche. En estos paseos por la ciudad vi muchas imágenes maravillosas en la niebla y en la lluvia, comencé a buscar una forma de expresar lo que veía, y en ese punto pensé en la fotografía.
Me obsesiona la idea de que asisto en París a las últimas luces del otoño –sin que esto suponga que soy incapaz de sentir la simpatía y compartir la compasión que experimento por este pueblo.
¡París! ¡Por fin estoy en París después de todos estos años! Sí, en París, en la Capital de Europa, especialmente para un artista...
No importa; el error está allí, en planificar. Quizá sea mejor dejarme llevar por la inspiración del momento, dejarme caer en un lugar cualquiera y esperar allí el amanecer. Lejos de París. En el otro extremo de la Tierra. En cualquier parte. Volar con los ojos cerrados y posarme, de pronto, donde el corazón lo indique.
Pienso en París, y de inmediato surgió la comparación entre el París actual, que yo estaba conociendo o reconociendo y el de que algún modo yacía latente en mi memoria.