La reducción de la opción política libre al consumo económico libre requiere la producción y el consumo ilimitado de imágenes. "Sobre la fotografía" (1977), Susan Sontag
Frases de "Sobre la fotografía" (1977) Frases de Susan Sontag
Las personas sufren un grado considerable de privaciones de las comodidades o de las cosas necesarias para la vida, con objeto de poderse permitir lo que se considera como una cantidad decorosa de consumo derrochador.
La resistencia de los líderes empresariales a una política de gasto gubernamental se agudiza cuando consideran los objetos en que se gastaría el dinero: inversión pública y subsidio al consumo masivo.
La masa -y vivimos, según se nos dice, en una sociedad de masas- continúa necesitando -tal vez más que nunca- el amor como artículo de consumo de primera necesidad.
El consumo no debe estar sometido a la producción; es decir, que subordine el capital y sus conveniencias al consumo y a las necesidades. Esta es la teoría justicialista. "Conducción política" (1952), Juan Domingo Perón
"Conducción política" (1952) Frases de "Conducción política" (1952) Frases de Juan Domingo Perón
La producción nacional ha de tender a logran ante todo la satisfacción del consumo popular, las necesidades industriales del país y los requerimientos del intercambio internacional. "Doctrina peronista" (1947), Juan Domingo Perón
"Doctrina peronista" (1947) Frases de "Doctrina peronista" (1947) Frases de Juan Domingo Perón
Los hombres constituyen el poderío de las naciones y sus necesidades multiplican las riquezas de estas. (...) Sin poder gozar de ellas y sin poder consumirlas los productores serían unos bienes inútiles. El consumo los hace comercializables y mantiene sus precios, y el buen precio y la cantidad de productos forman las rentas o las riquezas anuales de cada nación. Así, los hombres, al multiplicar y al consumir estos productos, son la causa primera y constitutiva de sus propias riquezas.
Siendo su verdadero interés la negación de la cosificación, el espíritu se desvanece cuando se consolida como un bien cultural y es distribuido con fines de consumo. El alud de informaciones minuciosas y de diversiones domesticadas corrompe y entontece al mismo tiempo.
La producción no tiene ningún sentido, excepto como un medio para el consumo. La inversión en bienes de capital no significa nada, a excepción de cuando es una necesaria estación intermedia en la ruta hacia más consumo.
En las civilizaciones actuales, el ser humano se ha convertido en bien y medio de consumo, y la naturaleza, su objetivo para desarrollar.
Los héroes de la literatura infantil de nuestro tiempo son por esa razón mayormente inconsecuentes: publicitados y explicados como objetos de consumo.
A la sociedad cada vez le conviene menos que el hombre sueñe, porque se distrae en sus vuelos y no presta atención a las ofertas de consumo que se le presentan y un hombre que no consume para la sociedad no existe. (...) La vida es sueño, decía Calderón y los sueños, sueños son, pero lo son más aún ante la posibilidad de que se hagan realidad, aunque a esta figura se le llame utopía.