Mis padres no solían pegarme; lo hicieron sólo una vez: empezaron en febrero de 1940 y terminaron en mayo del 43.
No es algo malo que los niños, ocasionalmente y en forma cortés, pongan en su lugar a sus padres.
Mienten los padres que intentan hijos a medida, torpe el hijo que reniega lo que hubo detrás.
El puro beso del alegre niño que en torno de sus padres juguetea, prenda de amor, emblema del cariño en que el alma gozosa se recrea.
Con frecuencia he ganado la comprensión real de la naturaleza de los padres mediante el estudio de los hijos.
Los chicos, más que cualquiera, necesitan saber que sus padres los aman. Y los padres no tienen que estar vivos para que ello ocurra.
Dios castiga en los hijos las culpas de los padres, porque sabe que no hay mayor dolor para los padres que el dolor de los hijos.
Padres no podemos tener más que una vez; se promete demasiado el que entra en la vida con la esperanza de hallar muchos amigos.
Los padres serán responsables por la conducta de sus hijos, y las familias de sus huéspedes.
La virtud de los padres es una gran dote.
Frases de Quinto Horacio Flaco
Cuando nací mis padres peleaban como gatos y perros. El país se preparaba para la guerra y mi padre, que quería un niño, me tuvo a mí.
¡Oh, cuanto me aflige el sacrificio que estos pobres (sus padres) hacen para separarse de mí! Pero se me ha asegurado que Dios me llama, y voy seguro.