La zona más rica de nuestras almas, desde luego la más extensa, es aquella que suele estar vedada al conocimiento por nuestro amor propio.
Nuestro amor propio sufre con mayor impaciencia la condenación de nuestras aficiones que la de nuestras pasiones.
Frases de François de la Rochefoucauld
¡Ay los vicios humanos! Son ellos los que contienen la prueba de nuestro amor por el infinito.
Así voy sin ti: perdido por entre gentes que anulan nuestro amor bajo su olvido.
Nuestro amor puede ser lo que tú quieras, hoy tan sólo es mi sueño... nada más.
Y si te abrazo, es para sentir...Que a nuestro amor nunca podrán sacarlo de raíz.
Si nuestro amor es sólo un hacer para poseer, no es amor.
No podemos comandar nuestro amor, pero si nuestras acciones.
Nuestro amor al prójimo se diluye tanto con las masas de los semejantes adyacentes, con los demasiado cercanos, que al final ya no quedan ni rastros de él.
Nuestro amor fue un amor del momento, mi cariño fue un ave de paso y tu beso de miel y de raso fue un vaso sagrado que no olvidaré.
Hoy vas a entrar en mi pasado y hoy nuevas sendas tomaremos... ¡Qué grande ha sido nuestro amor!... Y, sin embargo, ¡ay!, mirá lo que quedó...
Los recuerdos pueden serlo todo si decidimos que lo sean. Pero tienes razón: tú no debes hacer eso. Eso queda para mí, y así lo haré. Viviré una vida que será toda ella recuerdos de nuestro amor. Cerraré los ojos y volveré a sentir tus labios en los míos y veré tu rostro sonriente con la misma claridad con que todos los días veo las olas.