Escuchad el consejo del que mucho sabe; pero sobre todo escuchad el consejo de quien mucho os ama.
Pesa las opiniones, no las cuentes.
El consejo dado a un necio es como perlas arrojadas al muladar.
Pide consejo al que sabe corregirse a sí mismo.
He aquí una cosa que cuanto más se necesita menos se estima: el consejo.
Se expone a daños quien se gobierna por el consejo de los jóvenes.
Malo es el consejo que no se puede mudar.
El mal consejo, para el que lo da es peor.
Dar consejo es virtud de segundo orden.
No se tome ninguna resolución sin haber pedido antes consejo.
El consejo rara vez es bien recibido, porque el que más lo necesita es el que menos lo desea.
Antes de dar un consejo es preciso procurar que se lo acepte, o, más bien, que se lo desee.