Dar produce más felicidad que recibir, no porque sea una privación, sino porque en el acto de dar está la expresión de mi vitalidad. "El arte de amar" (1956), Erich Fromm
"El arte de amar" (1956) Frases de "El arte de amar" (1956) Frases de Erich Fromm
Se puede soportar cualquier verdad, por muy destructiva que sea, a condición de que sea total, que lleve en sí tanta vitalidad como la esperanza a la que ha sustituido. "Del inconveniente de haber nacido" (1973), Emil Cioran
"Del inconveniente de haber nacido" (1973) Frases de "Del inconveniente de haber nacido" (1973) Frases de Emil Cioran
La experiencia, en el grado en que es experiencia, es vitalidad elevada.
La energía tiene tal vitalidad, que sobrevive a todos los desastres y provee a todos los esfuerzos.
El hombre vive en un estado de bajo nivel de vitalidad. Aún cuando generalmente no sufre mucho, sabe poco acerca de lo que es vivir en forma verdaderamente creativa.
La calidad del guerrero da origen a la belleza natural. Las técnicas sutiles de un guerrero surgen tan naturalmente como aparecen la primavera, el verano, el otoño y el invierno. La calidad del guerrero no es otra cosa que la vitalidad que sustenta toda vida. "El arte de la paz" (2002), Morihei Ueshiba
"El arte de la paz" (2002) Frases de "El arte de la paz" (2002) Frases de Morihei Ueshiba
Para mí la literatura no es sólo lo mejor de la vida sino una forma de vida que no tiene otra forma. Cuanto mayor me hago, más intensifico mi búsqueda de la vitalidad en la literatura. Siempre fue una gran liberación sentir la libertad a través de mi amor hacia los grandes poetas.
Lo más preciado que conservo a lo largo de todos estos años es la experiencia de saberme querido y vigente. La única causa para que esto suceda es que Dios está ahí conmigo todo el tiempo, ayudándome, avivándome, manteniéndome con la llama encendida para que siga haciendo todo con vitalidad y con mucha alegría.
Esta ciudad, situada en el centro del bien cuidado parque de Europa, era -según su peregrina hipótesis que yo había ampliado con mis propias impresiones- más el curioso monumento de una destrucción irreparable que una ciudad auténtica y viva; una ruina conservada con un escalofriante sentido artístico en un parque romántico, porque una ciudad viva y verdadera nunca es sólo el fósil de un pasado no liquidado, sino una corriente impetuosa que discurre des de el pasado hacia el futuro saliéndose constantemente del cauce de la tradición, solidificándose durante décadas y siglos y volviendo a fluir, una sucesión de impulsos enérgicos cuajados en piedra, un movimiento continuo hacia una meta desconocida, y, sin embargo, uno está acostumbrado a ver, ya sea para condenarla o para elogiarla, en esta vitalidad desbordante, irresponsable y oportunista, destructiva y creativa, avariciosa y derrochadora, la esencia misma de una ciudad, su talante. "El libro del recuerdo" (1986), Péter Nádas
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La vitalidad se revela no solamente en la capacidad de persistir sino en la de volver a empezar.
Andaba en los diez y ocho años y era de buena estatura, graciosa, esbelta, vivísima, muy inquieta. Su rostro, por lo común descolorido en las mejillas, revelaba un desasosiego constante, como de quien no está donde cree debe estar, y sus ojos no podían satisfacer con nada su insaciable afán de observación. Allí dentro había un espíritu de enérgica vitalidad que necesitaba emplearse constantemente. ¡Encantadora joven! A todo atendía, cual si nada ocurriese en la Creación que no fuese importantísimo; atendía a la hoja desprendida del árbol, a la mosca que pasaba zumbando, a cualquier ruido del viento o bullanga de los chicos en el camino.
Su mirada era como la mirada de los pájaros nocturnos, intensa, luminosa y más siniestra por el contraste obscuro de sus grandes cejas, por la elasticidad y sutileza de sus párpados sombríos, que en la obscuridad se dilataban mostrando dos pupilas muy claras. Estas, además de ver mucho, parecía que iluminaban lo que veían. Esta mirada anunciaba la vitalidad de su espíritu, sostenido a pesar del deterioro del cuerpo, el cual era inclinado hacia adelante, delgado y de poca talla.