El diablo es el que siempre habla al oído para que entres en la casa, sin que nadie te vea. "El camino del tabaco" (1932), Erskine Caldwell
"El camino del tabaco" (1932) Frases de "El camino del tabaco" (1932) Frases de Erskine Caldwell
Cuando alguien habla de lo rápido que olvidan los niños, lo rápido que perdonan, lo sensibles que son, dejo que me entre por un oído y me salga por el otro. Los niños son capaces de recordar, de sentir rencor y guardárselo y tratar a las personas que no les gustan con extrema frialdad. "La señorita Smila y su especial percepción de la nieve" (1992), Peter Hoeg
"La señorita Smila y su especial percepción de la nieve" (1992) Frases de "La señorita Smila y su especial percepción de la nieve" (1992) Frases de Peter Hoeg
La gente se gasta miles de dólares en equipos de sonido de alta fidelidad, decenas de miles a veces. En Estados Unidos hay una industria especializada en fabricar equipos de sonido de una calidad asombrosa. Amplificadores de válvulas que cuestan más que una vivienda. Altavoces más altos que yo. Cables más gruesos que una manguera de jardín. En el ejército había tipos que tenían cosas así. Una maravilla. Pero estaban tirando el dinero. Porque el mejor equipo de sonido que hay en el mundo te sale gratis. Es el que tienes en la cabeza. Y suena todo lo bien que tú quieras que suene. Al volumen que tú quieras. "Zona peligrosa" (1997), Lee Child
Frases de "Zona peligrosa" (1997) Frases de Lee Child
El oído es el único sentido donde el ojo no ve. "El odio a la música" (1996), Pascal Quignard
Frases de "El odio a la música" (1996) Frases de Pascal Quignard
El lenguaje existe sólo cuando es oído y hablado; el oyente es un participante indispensable.
Lo que los ojos ven y los oídos oyen, la mente piensa.
La poesía es pintura de los oídos, como la pintura poesía de los ojos.
La libertad comienza por los oídos.
Corazón aquietado como el alma en silencio; oigo apenas el ruido muy lejano del mundo como un eco remoto que se ahogó en la distancia y que traen los vientos al oído inseguro.
Frases de Alphonse De Lamartine
Lo primero que oí cuando aún estaba en la cuna fue la palabra genio murmurada en mi oído. ¡Por eso no se me ocurrió pensar que lo era hasta que fui un hombre adulto!
Puedo entregarme a ella en sus sueños, murmurándole sus propios poemas al oído mientras duerme a mi lado.
¿Quién no habla de un asunto muy importante muriendo de costumbre y llorando de oído?