Medios de comunicación es sólo una palabra que ha venido a significar mal periodismo.
El vino disfruta de una imagen muy positiva, dada por consumidores, medios de comunicación y gobiernos.
Los diferentes medios de comunicación nunca serán un sustituto para la cara de alguien que alienta con su alma a otra persona a ser valiente y honesta.
No hay lugares remotos. En virtud de los medios de comunicación actuales, todo es ahora.
Frases de Herbert Marshall Mcluhan
Las nuevas tecnologías y los medios de comunicación han orillado a la poesía. Ya no ocupa el lugar que ocupaba antes en el mundo.
Creo que hay mucha gente que es capaz de buscar más allá de lo que se le trata de imponer en los medios de comunicación. Y que siempre quedan rendijas por donde ofrecer otra sensibilidad, otra música; en ésa estoy yo.
La creación continúa incesantemente a través de los medios de comunicación del hombre. Pero el hombre no crea... Descubre. Los que buscan las leyes de la Naturaleza como un apoyo para sus nuevas obras colaboran con el creador. Copiadores no colaboran. Debido a esto, la originalidad consiste en regresar al origen.
Vivimos en una época en la que hay muchos medios de comunicación sumamente eficaces. La información viaja a la otra punta del planeta con gran rapidez. Pero es precisamente en esta época cuando la comunicación entre la gente, entre padre e hijo, marido y mujer, o madre e hija, se ha vuelto más difícil. Si no podemos restablecer la comunicación entre nosotros, nunca podremos ser felices.
En su gran mayoría, los medios de comunicación no se conforman con representar la guerra, sino que la glorifican; escogen su bando y participan en el esfuerzo bélico. La verdad es que la guerra despierta fascinación casi siempre, quizá porque representa el ejemplo supremo de una situación en la que, en nombre de un ideal superior, estamos dispuestos a arriesgar lo más preciado que tenemos, la vida.
Lo que importa es el conocimiento. No tiene interés, creo yo, insistir en la información. Hay que insistir más bien en la relación que ésta tiene con el conocimiento y el poder económico y político. Hay que averiguar quiénes son los dueños de las fuentes de información y de los medios de difusión. Si la información está distribuida equitativamente, puede beneficiar a todo el mundo. Si, en cambio, está concentrada en pocas manos, va a beneficiar primordialmente, sino exclusivamente, a los dueños de esas fábricas de información.
En primer lugar, hemos fabricado, con los diplomas educativos, una Lumpen-intelligencija, un proletariado intelectual sin ninguna consistencia intelectual. Este proletariado del pensamiento se ha mantenido durante mucho tiempo al margen, pero a fuerza de crecer y multiplicarse ha penetrado poco a poco en la escuela, ha superado todos los obstáculos con la "revolución cultural" de 1968 (la nuestra, no la de Mao) y ha encontrado su terreno de cultura ideal en la revolución mediática. Esta revolución es ahora casi completamente tecnológica, de innovación tecnológica. No requiere sabios y no sabe qué hacer con los cerebros pensantes. Los medios de comunicación, y especialmente la televisión, son administrados por la subcultura, por personas sin cultura. Y como las comunicaciones son un formidable instrumento de autopromoción –comunican obsesivamente y sin descanso que tenemos que comunicar- han sido suficientes pocas décadas para crear el "pensamiento insípido", un clima cultural de confusión mental y crecientes ejércitos de nulos mentales.
Si no estáis prevenidos ante los medios de comunicación, os harán amar al opresor y odiar al oprimido.