Pero para esta época, 1836 a 1839, yo había comenzado a ver, gradualmente, que el viejo testamento, desde su manifiesta falsa historia del mundo, con su Torre de Babel, el arcoíris de señal, etc., y desde atribuirle a dios los sentimientos de un tirano vengativo, no era más de confiar que los libros sagrados de los hindúes o las creencias de cualquier bárbaro.
Para nuestra patria, pobre cual ala de perdiz, libros sagrados... y una herida en la identidad.
Contempla las obras de este mundo, escucha las palabras del sabio y toma todo lo que es bueno como propio. Con esto como base, abre tu propia puerta a la verdad. No desprecies la verdad que está justo ante ti. Observa cómo fluye el agua en el arroyo de un valle, suave y libremente entre las rocas. Aprende también de los libros sagrados y de la gente sabia. Cada cosa - incluyendo ríos y montañas, plantas y árboles - debería ser tu maestro. "El arte de la paz" (2002), Morihei Ueshiba
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Recitad los versículos de Dios cada mañana y atardecer. Quien no los recite no ha sido fiel a la Alianza de Dios y a Su Testamento, y quien en este Día se aparte de estos santos versículos es de los que se han apartado de Dios por toda la eternidad. Temed a Dios, oh Mis siervos, todos y cada uno. No os envanezcáis de leer mucho los versículos, o de efectuar día y noche una multitud de actos piadosos; pues si alguien leyese un solo versículo con júbilo y alegría, ello sería mejor para él que leer con desgana todos los Libros Sagrados de Dios, Quien ayuda en el Peligro, Quien subsiste por Sí mismo. Leed los versículos sagrados en tal medida que no os embargue el desánimo ni la fatiga.
Los Libros Celestiales, la Biblia, el Qur'án, y otras Escrituras Sagradas, han sido otorgados por Dios como guías en los senderos de la divina virtud, del amor, la justicia y la paz. Por tanto, os digo que debéis esforzaros por seguir los consejos de estos Libros Sagrados, y ordenar vuestras vidas para que, siguiendo los ejemplos expuestos ante vosotros, podáis convertiros en los Santos del Altísimo.
¡Preocupación! Qué pérdida de tiempo. Todos los libros sagrados tenían razón. Era evidente que la "preocupación" era indicio de persona primitiva y poco desarrollada espiritualmente. "El jilguero" (2013), Donna Tartt
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(...) Por otra parte, si, de acuerdo con lo que dice el apóstol en 2 corintios, 3,3, tienen en sí mismos la carta de dios, no escrita con tinta, sino con el espíritu de dios, y no sobre tablas de piedra, sino en las tablas de carne del corazón, que dejen de adorar la letra y de inquietarse tanto por ella. "Tratado teológico político" (1670), Baruch Spinoza
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¡Los hombres no hemos dejado de hacer barbaridades en nombre del Corán o de la Biblia! Buscarnos excusas en los textos sagrados para justificar lo injustificable. "La sangre de los inocentes" (2007), Julia Navarro
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-Pero si estos textos los escribió la mano del hombre, no son revelados. -Son obra de una mano humana, pero son revelados puesto que descansan sobre un sustrato de arte verbal, de palabras dichas. "Qumrán" (1996), Éliette Abécassis
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La Torá tiene estilos demasiado distintos para ser de un único autor. Se han enumerado tres escritores principales: el sacerdote, el elohísta y el yavehísta. "Qumrán" (1996), Éliette Abécassis
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Cuando luego trataba de explicarles que para mí lo importante, lo esencial en la Biblia y en otros escritos sagrados, era el milagro y nada más que el milagro, y no las prescripciones sobre ética y moral que únicamente pueden ser caminos ocultos para llegar al verdadero milagro, no sabían replicar más que con tópicos, pues no se atrevían a confesar abiertamente que de los escritos religiosos solo creían aquello que podía estar también en la legislación civil. Solo con oír la palabra "milagro" se ponían enfermas. Decían que se les desvanecía el suelo bajo los pies. ¡Como si pudiera haber algo más hermoso que perder el suelo bajo los pies! "El Golem" (1913), Gustav Meyrink