Tal vez todos los planes del demonio no eran nada comparados con lo que eran capaces de tramar los hombres.
Bueno, debo decirles una cosa, caballeros, los juegos del demonio no están restringidos a los que habitan en el infierno. Se admiten otros jugadores.
A los demonios no les gusta el aire fresco, lo que más les gusta es que permanezcas en casa con los pies fríos.
¡Oh, condenado monstruo, o más bien demonio del infierno, aunque las crueldades de éstos no son parejas a las tuyas, ni en ellas late tan acerbo odio!
¿Qué dios loco y cruel le daría ojos a un hombre y luego le diría que los tuviera siempre cerrados, que no contemplara nunca toda la belleza que hay en el mundo? Solo un dios monstruoso, un demonio de la oscuridad. "Festín de cuervos" (2005), George R. R. Martin
Frases de "Festín de cuervos" (2005) Frases de George R. R. Martin
Todos los esfuerzos de mi voluntad de detener el derrumbe del mundo externo y la disolución de mi yo parecían infructuosos. En mí había penetrado un demonio y se había apoderado de mi cuerpo, mis sentidos y el alma. Me levanté y grité para liberarme de él, pero luego volví a hundirme impotente en el sofá. La sustancia con la que había querido experimentar me había vencido. Ella era el demonio que triunfaba haciendo escarnio de mi voluntad. Me cogió un miedo terrible de haber enloquecido. Me había metido en otro mundo, en otro cuarto con otro tiempo. Mi cuerpo me parecía insensible, sin vida, extraño.
Antes o después, a todos nos llega en esta vida un demonio propio que nos persigue y atormenta y al final de cuentas hemos de luchar contra él. "Rebeca" (1938), Daphne du Maurier
"Rebeca" (1938) Frases de "Rebeca" (1938) Frases de Daphne du Maurier
Pero te advierto que el dios que invocaba es sólo polvo y ceniza, y al invocarle lo confundía de extraña manera con el propio demonio que le engendró a él. "Cumbres borrascosas" (1847), Emily Brontë
"Cumbres borrascosas" (1847) Frases de "Cumbres borrascosas" (1847) Frases de Emily Brontë
Para invocar a un demonio necesitas saber qué nombre tiene. "Neuromante" (1984), William Gibson
"Neuromante" (1984) Frases de "Neuromante" (1984) Frases de William Gibson
Quise gritar, pero no pude proferir ningún sonido. Esto duró algún tiempo. Por fin un reloj dio las doce, e inmediatamente vi entrar a un demonio con cuernos de fuego y una gran cola inflamada llevada por algunos diablillos que lo seguían. Ese demonio tenía un libro en una mano y una horquilla en la otra.
Como en palabras sagradas crees en sus juramentos, sin ver que encada promesa está el demonio en acecho.
A la hora del examen ve prevenido contra el demonio mudo.