32 frases de Cumbres borrascosas (Wuthering heights) de Emily Brontë... Una historia de venganza y odio, de pasiones desatadas y amores desesperados que van más allá de la muerte. Cuando Heathcliff llega al hogar de los Earnshaw, su familia adoptiva, todo cambia.
Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de Emily Brontë son: venganza, fuerza de la pasión, pasión prohibida, odio, poder del amor, ambientada en la época victoriana, hipocresía, clases sociales, desigualdades sociales, moral burguesa, traición, huérfanos, matrimonio sin amor.
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Frases de Cumbres borrascosas Emily Brontë
01. Estás perdido -pensé-. Te precipitas tú mismo hacia tu destino...
02. Mi existencia se resumiría en dos frases: condenación y muerte.
03. (...) Era un ángel entonces. Verdaderamente, era imposible no desear proporcionarle todas las alegrías que fuera posible.
04. Perdone que la moleste. Una mujer con una cara como la de usted tiene necesariamente que ser buena.
05. (...) Lo que pasa es que he perdido el gusto de destruirles, y me siento con muy pocas ganas de destruir.
06. Vamos. Un paseíto a caballo en una mañana tan hermosa es preferible a dormir una hora más.
07. ¡A cada momento necesito recordarme a mí mismo que he de respirar, que ha de seguir palpitándome el corazón...!
08. (...) Yo creo que los muertos reposan en sus tumbas, pero, sin embargo, no se debe hablar de ellos con esa frivolidad.
09. El tirano oprime a sus esclavos, y éstos, en lugar de volverse contra él, se vengan en los que están debajo.
10. ¡Que te he tratado horriblemente y vas a vengarte! ¿Cómo vas a vengarte, torpe ingrato? ¿Cuándo te he tratado horriblemente yo?
11. (...) Seguramente los ladrones se proponian hacerles entrar por la ventana para que abriesen la puerta cuando estuviéramos dormidos, y poder así asesinarnos impunemente.
12. Te consta que mientes al decir que yo te he matado, y te consta también que tanto podré olvidarte como olvidar mi propia existencia.
13. La traición y la violencia es exponerse a emplear un arma de dos filos con la que puede herirse el mismo que las maneja.
14. (...) La bestia ya se había convertido en carroña. Estaba muerto, rígido y helado, y no se podía hacer nada por él.
15. Da gracias a que estás lejos de mi alcance -dijo él-. ¿Qué demonio te aconseja mirarme con esos infernales ojos? Bájalos y procura no recordarme que existes.
16. Era un cuadro agradable. El cabello era rubio y levemente rizado en las sienes, los ojos grandes y reflexivos, y en conjunto una figura que resultaba incluso demasiado graciosa.
17. La muestra de hoy me ha quitado las ganas de buscar amigos, ni en el campo ni en la ciudad. Un hombre sensato debe tener bastante compañía consigo mismo.
18. Tú no perderás tu sangre fría, porque por tus venas no corre más que agua helada, pero mi sangre está hirviendo y tu frialdad me excita hasta lo inconcebible.
19. Pero te advierto que el dios que invocaba es sólo polvo y ceniza, y al invocarle lo confundía de extraña manera con el propio demonio que le engendró a él.
20. El pensar en él llena toda mi vida. Si el mundo desapareciera y él se salvara, yo seguiría viviendo, pero si desapareciera él y lo demás continuara igual, yo no podría vivir.
21. ¡Perdonarte cuando veo esos ojos y toco esas manos enflaquecidas! Bésame, pero no me mires. Sí; te perdono. ¡Amo a quien me mata! Pero ¿Cómo puedo perdonar a quien te mata a ti?
22. En ocasiones he soñado cosas que no he olvidado nunca y que han cambiado mi modo de pensar. Han pasado por mi alma y le han dado un color nuevo, como cuando al agua se le agrega vino.
23. Ésta es de pavo -murmuraba para sí- y ésta de pato silvestre y ésta de pichón. ¡Claro: cómo voy a morirme si me ponen plumas de pichón en las almohadas! Pero cuando me acueste, las tiraré.
24. ¡Creo verla en las más vulgares facciones de cada hombre y cada mujer, y hasta en mi propio rostro! El mundo es para mi una horrenda colección de recuerdos diciéndome que ella vivió y que la he perdido.
