La sensación de desamparo de las víctimas era más fuerte que todos sus esfuerzos por verlas como objetos. Además, saber que procedían del mundo de la calle lo agravaba más aún. Era como si la tortura a la que el asesino sometió a cada una de ellas hubiera sido sólo el episodio final, en una vida llena de humillaciones. "La rubia de hormigón" (1994), Michael Connelly
Frases de "La rubia de hormigón" (1994) Frases de Michael Connelly
(...) Lo peor había sido el acoso escolar...Siempre acabas por tener de ti mismo la misma opinión que tienen los que te torturan. "La voz" (2002), Arnaldur Indridason