De pronto sentí el río en mí, corría en mí con sus orillas trémulas de señas, con sus hondos reflejos apenas estrellados.
Sumergid en el río a quien ama el agua. "El matrimonio del cielo y el infierno" (1793), William Blake
"El matrimonio del cielo y el infierno" (1793) Frases de "El matrimonio del cielo y el infierno" (1793) Frases de William Blake
El río sigue su brutal correr, mas al pasar frente al poeta, amansa su delirio, y las aguas, acariciando las raíces, han labrado el remanso.
El amor es el río de la vida en el mundo.
El caudal entero del río no es otra cosa que el conjunto de todos los arroyos, visibles o invisibles, sucesivamente absorbidos.
No es posible descender dos veces el mismo río.
Pero las ciudades no son como las personas; siguen viviendo, aunque su razón de estar donde están se haya ido río abajo hasta el mar.
Para ella felicidad y vida son una y la misma cosa. Y éstos son sus poemas. Por supuesto, los poemas de una salvaja no son piedras preciosas. Sus poemas son sencillamente piedras que ruedan por el fondo de un río de cauce siempre cambiante, son el murmullo de esas piedras trashumantes por su vereda de agua.
La poesía no es la tempestad, tampoco el ciclón. Es un río majestuoso y fértil. "Poesías I" (1870), Conde de Lautréamont
"Poesías I" (1870) Frases de "Poesías I" (1870) Frases de Conde de Lautréamont
Nuestras vidas son los ríos que van a dar en la mar, que es el morir.
Quiero llegar a ti, pero llego lo mismo que el río llega al mar... De tus ojos, a veces, salen tristes océanos que en el cuerpo te caben, pero que en ti no caben.
¡Ah del barquero! Sueño, en tu barquilla, llévame por el río de la noche hasta la margen áurea de otro día...!