
21 frases de Poesías I (Poésies I) de Conde de Lautréamont... Primer conjunto de poemas del poeta franco-uruguayo.
- 01. Frases de Poesías I
- 02. Obras similares
Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de Conde de Lautréamont son: poder de las palabras, crueldad, dolor, ideas, melancolía, amor propio, maldad, esperanza.
Frases de Conde de Lautréamont
Frases de Poesías I Conde de Lautréamont
01. Rechazad la incredulidad: será para mí un placer.
02. En toda época la duda ha existido en minoría.
03. Sufrir es una debilidad, cuando es posible evitarlo y hacer algo mejor.
04. Si sois infortunados, no es preciso decirlo al lector. Guardadlo para vos.
05. Los sentimientos son la forma de razonamiento más incompleta que se pueda imaginar.
06. Los sentimientos constituyen la forma de razonamiento más incompleta que se pueda imaginar.
07. Todo el agua del mar no bastaría para lavar una mancha de sangre intelectual.
08. La poesía no es la tempestad, tampoco el ciclón. Es un río majestuoso y fértil.
09. Solamente admitiendo la noche físicamente, se le ha llegado a aceptar moralmente. ¡Oh, noches de Young! ¡Cuántas jaquecas me habéis causado!
10. El verdadero dolor es incompatible con la esperanza. Por muy grande que sea ese dolor, la esperanza aún se alza a cien codos más arriba.
11. Existe una convención poco tácita entre el autor y el lector, por la cual el primero se llama enfermo y acepta al segundo como enfermero.
12. Vuestro espíritu es arrastrado perpetuamente fuera de quicio y sorprendido en la trampa de tinieblas con grosero artificio por el egoísmo y el amor propio.
13. ¡No hagáis como esos exploradores sin pudor, espléndidos de melancolía a sus ojos, que encuentran cosas desconocidas en sus espíritus y en sus cuerpos!
14. Vuestro espíritu es arrastrado continuamente fuera de sus casillas y, sorprendido en la trampa de las tinieblas, construido con arte grosero por el egoísmo y el amor propio.
15. No trasmitáis a los que os leen más que la experiencia que se desprende del dolor, y que no es el dolor mismo. No lloréis en público.
16. La melancolía y la tristeza constituyen ya el comienzo de la duda; la duda es el comienzo de la desesperación; la desesperación es el comienzo cruel de los diferentes grados de maldad.
17. La duda ha existido en todo tiempo como minoría. En este siglo está en mayoría. Respiramos la violación del deber por los poros. Eso sólo se ha visto una vez, y no se volverá a ver.
18. Existe una convención poco tácita entre el autor y el lector, por la cual el primero se denomina enfermo, y acepta al segundo como enfermero. ¡El poeta es quien consuela a la humanidad! Los papeles están arbitrariamente invertidos.
19. No se sueña sino durmiendo. Palabras como sueño, nada de la vida, paso por la tierra, el adverbio quizás, el trípode desordenado, han infiltrado en vuestras almas esa poesía húmeda de languideces, similar a la podredumbre. Sólo hay un paso de las palabras a las ideas.
20. Se sueña sólo cuando se duerme. Son palabras como sueño, nada de la vida, paso por la tierra, la preposición tal vez, el trípode desordenado, quienes han infiltrado en vuestras almas esa poesía húmeda de languideces, semejante a la podredumbre. De las palabras a las ideas sólo hay un paso.
21. La melancolía y la tristeza son ya el comienzo de la duda; la duda es el comienzo de la desesperación; la desesperación es el comienzo cruel de los diferentes grados de la maldad. Para que os convenzáis de ello, leed la Confesión de un hijo del siglo. La pendiente es fatal, una vez que uno se arroja por ella. Es seguro que se llaga a la maldad. Desconfiad de la pendiente. Extirpad el mal de raíz. No estimuléis el culto de adjetivos tales como indescriptible, inenarrable, rutilante, incomparable, colosal, que mienten desvergonzadamente a los sustantivos que desfiguran: son perseguidos por la lubricidad.