Mi corazón es una playa triste, y tú eres una ola que viene y que se va.
Todo lo que recogemos en la playa de la marea baja. Se mueve.
La playa. ¿Porqué hacer una fogata con esta luna de verano?
Cuando el mar estaba claro tracé tu nombre en la playa, vino un oleaje a borrarlo y el mar se volvió esmeralda.
Hay quien arroja un vidrio roto sobre la playa. Pero hay quien se agacha a recogerlo.
Adelgazo a través de la poesía y camino en febrero por la playa.
He sido un niño pequeño que, jugando en la playa, encontraba de tarde en tarde un guijarro más fino o una concha más bonita de lo normal. El océano de la verdad se extendía, inexplorado, delante de mi.
Ser enorme y diverso y fijo al mismo tiempo, para librarme así de toda suciedad, como tú cuando arrojas a tus playas entre estrellas de mar, corchos y algas las inútiles sobras de tu abismo.
En esta playa te amé tanto que una respiración para los dos bastaba.
La fórmula ideal para escribir es desnudo en la playa. Ahí sale todo.
La marea había dejado en la playa dibujos más delicados que los de cualquier jardinero de Tokio. "Neuromante" (1984), William Gibson
"Neuromante" (1984) Frases de "Neuromante" (1984) Frases de William Gibson
Bond pensó que era la playa más hermosa que había visto en su vida, ocho kilómetros de arenas blancas que descendían con suavidad hasta la rompiente y, detrás, las palmeras marchando en grácil desorden hasta el horizonte. Bajo ellas, las canoas grises se encontraban sobre la arena junto a pequeñas montañas de conchas vacías color rosa, y entre ellas se elevaba el humo de las cabañas con tejado de palmas de los pescadores, en la zona sombreada que mediaba entre las marismas y el mar.