La burguesía no solo forja su propia destrucción, sino también a su propio sepulturero: el proletariado.
El proletariado debe reivindicar la libertad de separación política para las colonias y naciones oprimidas por "su" nación. En caso contrario, el internacionalismo del proletariado quedará en un concepto huero y verbal; resultarán imposibles la confianza y la solidaridad de clase entre los obreros de la nación opresora y los de la nación oprimida.
El sueño entero de la democracia reside en elevar al proletariado al nivel de estupidez del burgués. En parte, éste es un sueño que ya se ha realizado. El proletariado lee los mismos periódicos y tiene las mismas pasiones que el burgués.
Pero el gobierno, tal vez el peor de todos, es sin duda el conocido con el pomposo nombre de dictadura del proletariado.
La Historia es el único maestro infalible, y la revolución la mejor escuela para el proletariado.
La victoria de la revolución será la dictadura del proletariado y el campesinado.
Muchas veces se ha señalado: en los territorios coloniales, el proletariado es el núcleo del pueblo colonizado más mimado por el régimen colonial. El proletariado embrionario de las ciudades es relativamente privilegiado. En los países capitalistas, el proletariado no tiene nada que perder; eventualmente tendría todo por ganar. En los países colonialistas, el proletariado tiene mucho que perder. Representa, en efecto, la fracción del pueblo colonizado necesaria e irreemplazable para la buena marcha de la maquinaria colonial: conductores de tranvías, mineros, estibadores, intérpretes, enfermeros, etc. Son esos elementos los partidarios más fieles de los partidos nacionalistas y que, por el sitio privilegiado que ocupan en el sistema colonial, constituyen la fracción "burguesa" del pueblo colonizado. "Los condenados de la tierra" (1961), Frantz Fanon
"Los condenados de la tierra" (1961) Frases de "Los condenados de la tierra" (1961) Frases de Frantz Fanon
Es evidente, pues, que la Revolución de Febrero empezó desde abajo, venciendo la resistencia de las propias organizaciones revolucionarias; con la particularidad de que esta espontánea iniciativa corrió a cargo de la parte más oprimida y cohibida del proletariado: las obreras del ramo textil, entre las cuales hay que suponer que habría no pocas mujeres casadas con soldados. ...Salieron a relucir en distintas partes de la ciudad banderas rojas, cuyas leyendas testimoniaban que los trabajadores querían pan, pero no querían, en cambio la autocracia ni la guerra.
El mundo capitalista no trae la felicidad a nadie; la seguridad, la garantía le faltan en absoluto; el porvenir del proletariado no es más seguro que el de la burguesía; el millonario, propietario de grandes empresas, el banquero, se pueden arruinar el día de mañana. El régimen capitalista es un régimen aventurero. Es dinámico, y suscita inmensas energías; desarrolla fuerzas materiales productivas, pero aniquila a los hombres, mutila sus almas, tanto la de los capitalistas como la de los obreros.
La enseñanza primaria -enseñanza para el proletariado- proletariza a sus funcionarios. El Estado condena a sus maestros a una perenne estrechez pecuniaria. Les niega casi completamente todo media de elevación económica o cultural y les cierra toda perspectiva de acceso a una categoría superior. "Temas de educación" (1970), José Carlos Mariátegui
Frases de José Carlos Mariátegui
Cuando el proletariado está unificado, las capas de la población trabajadora se sienten atraídas por la sensación de fuerza y de firmeza que da en su lucha.
El proletariado no está dispuesto a combatir en una guerra de agresión y conquista tras la cual él simplemente seguirá igual de pobre y explotado que antes.