Gracias a que mi música es muy de Buenos Aires, muy porteña, estoy trabajando en todo el mundo, porque encuentran que es una cultura diferente, una cultura nueva, es como el folklore, aunque de esto se hace poco y nada. Siempre están los eternos folkloristas en la Argentina que no han avanzado demasiado, pero con el tango yo avancé. Los demás que me vienen detrás están por el año 50 todavía.
Yo viví en Buenos Aires muchos años, la experiencia de Buenos Aires está presente en todas mis obras, de alguna manera; pero mucho más que Buenos Aires, está presente Montevideo. Por eso fabriqué a Santa María. Si Santa María existiera es seguro que haría allí lo mismo que hago hoy. Pero, naturalmente, inventaría una ciudad llamada Montevideo. "Miscelánea" (2013), Juan Carlos Onetti
Mi ciudad, sus casas, el cementerio de la Recoleta... Sobre todo esto está cimentada mi vida y mi obra. Por Buenos Aires y para Buenos Aires escribo mis memorias. Para toda la Argentina quizás...
Si en una de tus casas, Buenos Aires, me muero viendo en días de otoño tu ciclo prisionero, no me será sorpresa la lápida pesada. Que entre tus calles rectas, untadas de su río apagado, brumoso, desolante y sombrío, cuando vagué por ellas, ya estaba yo enterrada. "Ocre" (1925), Alfonsina Storni
Frases de "Ocre" (1925) Frases de Alfonsina Storni
En esa calle de Buenos Aires los árboles crecían inclinados, tanto por el día como por la noche. Qué inútil humillación, era de noche, no había sol ¿Por qué inclinarse? ¿Habían olvidado esos árboles toda dignidad y amor propio? "Boquitas pintadas" (1969), Manuel Puig
"Boquitas pintadas" (1969) Frases de "Boquitas pintadas" (1969) Frases de Manuel Puig
El hombrecito del azulejo es un ser singular. Nació en Francia, en Desvres, departamento del Paso de Calais, y vino a Buenos Aires por equivocación. Sus manufactureros, los Fourmaintraux, no lo destinaban aquí, pero lo incluyeron por error dentro de uno de los cajones rotulados para la capital argentina, e hizo el viaje, embalado prolijamente, el único distinto de los azulejos del lote. Los demás, los que ahora lo acompañan en el zócalo, son azules como él, con dibujos geométricos estampados cuya tonalidad se deslíe hacia el blanco del centro lechoso, pero ninguno se honra con su diseño: el de un hombrecito azul, barbudo, con calzas antiguas, gorro de duende y un bastón en la mano derecha.
Frases de Manuel Mujica Láinez
Lo que me ha importado al escribir sobre Buenos Aires ha sido tratar de exaltarla, creándole los mitos de los cuales esa ciudad carece, porque las grandes ciudades europeas los tienen hace mucho tiempo; la mía, tenía elementos con los cuales se la podía rodear de un hálito mítico; en los cuentos de Misteriosa Buenos Aires, una de las cosas que busqué fue el vincular esta ciudad tan remota con ciertos temas universales.
Frases de Manuel Mujica Láinez
La ciudad se nos escapa de entre las manos; se nos va hacia arriba y hacia la pampa. Por eso es menos nuestra. Quienes la habitaron antes de que diera el gran salto hacia las nubes y hacia el suburbio debieron quererla como a un animal doméstico, al cual se podía acariciar sin que huyera, espantadizo. En el siglo pasado, Buenos Aires era un perrazo enorme, echado junto al río sobre la playa de toscas. Sus moradores la poseían totalmente, cada uno de ellos.
Frases de Manuel Mujica Láinez
Una de las cosas más atractivas de una ciudad es el cambio, algo que Buenos Aires tiene de sobra. Es por eso que podemos ver medianeras que iluminan la ciudad.
Buenos Aires es la ciudad que a mí me gusta. Porque, por ejemplo, aquí estamos en Callao y Santa Fe y tenemos una luz estupenda en este cuarto, la medianera más próxima está a setenta metros de distancia, te asomás al balcón y ves el Hotel Intercontinental, que está del otro lado de la ciudad. Esto es por el solo hecho de que Buenos Aires tiene lotes chiquitos, algunos construidos y otros no; entonces, tenés una suerte de desfiladeros. El espacio que hay es enorme. Es una ciudad alegre: tiene luz.
Siendo Buenos Aires la única base posible de un gobierno general, el único centro de donde podría partir un impulso vigoroso y una inmensa masa de recursos puestos al servicio de la comunidad...
De Buenos Aires tendría que decir muchas cosas... Que es mi vida, que es el tango, que es Gardel, que es la noche... Que es la mujer, el amigo... Tendría que decir muchas cosas y muchas no sabría cómo decirlas... Pero anote esto: agradezco haber nacido en Buenos Aires.