El pintor debe reflejarse en su propio trabajo, debe responder no con palabras, sino con pinturas.
Aceptaré críticas como pintor que soy, pero aquellos aceptaran que no podrán hacer una obra exactamente igual.
Las pinturas tienen una vida propia que se nace del alma del pintor.
Los buenos pintores son como los buenos cocineros; puede ser probado, pero no ser explicado.
Tal vez me debo haber convertido en un pintor de flores.
Un pintor no es intelectual por haber pintado una mujer desnuda, él deja en nuestras mentes la idea de que ella va a vestirse de nuevo enseguida.
El pintor no debe pintar lo que ve, sino lo que será visto.
Hay dos cosas en un pintor: el ojo y la mente. Cada una de ellas ayuda a la otra.
¿No es el verdadero poeta, el verdadero pintor un vidente? ¿No es en realidad el único vidente que tenemos sobre la tierra? "Levantad, carpinteros, la viga del tejado y Seymour: una introducción" (1963), Jerome David Salinger
"Levantad, carpinteros, la viga del tejado y Seymour: una introducción" (1963) Frases de "Levantad, carpinteros, la viga del tejado y Seymour: una introducción" (1963) Frases de Jerome David Salinger
Lo político en el pintor no es excluyente de una voluntad de forma y estilo, ya que como modo estético denuncia las anomalías de una sociedad injusta.
Estoy convencido de que no soy una persona especialmente interesante. No hay nada especial en mí. Soy pintor, alguien que pinta todos los días de la mañana a la noche. Figuras, paisajes; de vez en cuando, retratos.
Algo que debería estar siempre presente en el pintor es la certeza de que en ningún caso debe hacerse verdaderamente pintura cuando se trata de amistad con la escritura, y que, de todas formas, su propio pensamiento plástico solamente podrá coincidir con el pensamiento literario en aquellas zonas en que el escritor, por exceso o descuido, pervierte su placer.