Como dice el jugador de dados: amar y ganar es lo mejor, amar y perder es lo mejor luego de eso.
Dios mueve al jugador y éste la pieza... ¿Qué dios detrás de dios la trama empieza? "El hacedor" (1960), Jorge Luis Borges
Frases de "El hacedor" (1960) Frases de Jorge Luis Borges
Si un jugador tiene miedo a reveses competitivos, nunca creará nada nuevo.
Existen los jugadores duros y los buenos muchachos, yo soy un jugador duro.
La búsqueda de la mejor jugada es un proceso creativo, y exige algo más que conocer la estrategia y la táctica, más que experiencia y más que conocimiento de los métodos establecidos. Es en este proceso donde el jugador demuestra sus mejores cualidades: amplitud de pensamiento, audacia y habilidad creativa.
Un jugador tiene que ser capaz de encontrar las jugadas posibles.
En el ajedrez por correspondencia, un jugador envía los movimientos por correo al otro, de modo que la única conexión entre los dos jugadores es un documento escrito. Incluso en esta clase de ajedrez, un jugador hábil desarrolla pronto una imagen de la personalidad de su oponente -es decir, de su personalidad ajedrecística. Sabrá si su oponente es apresurado o cuidadoso, si es fácilmente embaucable o astuto, si capta los garlitos del otro jugador, o si puede ser engañado una y otra vez con la misma estrategia elemental.
Era un hombre de fuertes pasiones y con una desbocada imaginación, pero su entereza lo había salvado de los acostumbrados extravíos de la juventud. Así, por ejemplo siendo en el fondo de su alma un jugador, nunca había tocado unas cartas, pues estimaba que su fortuna no le permitía (como solía decir) sacrificar lo imprescindible con la esperanza de salir sobrado, y, entretanto, se pasaba noches enteras en torno a las mesas de juego y seguía con frenesí febril cada una de las evoluciones de la partida.
Del camino del Go, la belleza de Japón y del Oriente se habían desvanecido. Todo se había vuelto ciencia y reglas. El camino hacia el ascenso de categoría, que controlaba la vida de un jugador, se había convertido en un meticuloso procedimiento de puntaje. Uno conducía el enfrentamiento con la única meta de ganar, y no había margen para recordar la dignidad y la fragancia del Go como arte. "El maestro de Go" (1954), Yasunari Kawabata
Frases de "El maestro de Go" (1954) Frases de Yasunari Kawabata
En mi tarjeta de visita, soy un presidente de empresa. En mi mente soy un programador de juegos. Pero en mi corazón soy un jugador.
Cada uno de nosotros tiene el corazón de un jugador.
Un buen jugador es el que sabe lo que es ganar con cartas malas.