Hoy como ayer, mañana como hoy, ¡y siempre igual! Un cielo gris, un horizonte eterno y andar... Andar. "Libro de los gorriones" (1868), Gustavo adolfo Bécquer
"Libro de los gorriones" (1868) Frases de "Libro de los gorriones" (1868) Frases de Gustavo adolfo Bécquer
La inmensa mayoría de las biografías humanas son un gris entre el espasmo y el olvido.
Si me quieres, quiéreme entera, no por zonas de luz o sombra... Si me quieres, quiéreme negra y blanca. Y gris, y verde, y rubia, quiéreme día, quiéreme noche... ¡Y madrugada en la ventana abierta!
El se desmayó, delante de mí, no fueron las pastillas fueron los hombres de gris.
Somos...Sí, lo mismo, con igual destino. Garúa borrosa de un día de abril. Un nido vacío y un viejo camino y un aire de ausencia muy triste y muy gris.
Mi tema es la memoria, aquel anfitrión alado que se cernía a mi alrededor una mañana gris, durante la guerra. Estas memorias, que son mi vida -porque no poseemos nada con certeza, excepto nuestro pasado
La línea de gris del horizonte ahora es más luminosa, y con la llegada de la luz tengo una seguridad: que sólo hay, a pesar de nuestra imaginación desbocada, una vida. Las demás, por reales que parezcan, por mucho que las necesitemos, son fantasmas. La única vida que nos queda es suficiente para llenar y rellenar de alegría nuestros corazones imperfectos, y luego hacerlos añicos. Y eso nunca, nunca cesa.
Bajo tales tormentos sucumbió lo poco que había de bueno en mí. Infames pensamientos convirtiéronse en mis íntimos. Los más sombríos, los más malignos de todos los pensamientos eran acariciados por mi mente. La tristeza de mi humor de costumbre se acrecentó hasta hacerme aborrecer a todas las cosas y a la humanidad entera. "Narraciones extraordinarias" (1856), Edgar allan Poe
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Si buscas la verdad, muchas veces las verdades no son tan de rosa. Son verdades muy tristes.
No vale entristecerse. La sombra que te lo ha dado. La sombra que se lo lleve. "Cancionero y romancero de ausencias" (1938), Miguel Hernández
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La tarde era tan gris como la estación, como la ciudad como yo mismo. Me siento gris por dentro y por fuera.
Los ojos de la señora Farmer no son de ningún color. Son más pálidos que el gris. Parecen televisores mal sintonizados en los que todo se ve borroso. "Mi hermana vive sobre la repisa de la chimenea" (2011), Annabel Pitcher
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