Frases de Dulce María Loynaz

01. Hay algo muy sutil y muy hondo en volverse a mirar el camino andado... El camino en donde, sin dejar huella, se dejó la vida entera.

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02. Dulzura del olvido como un rocío leve cayendo en la tiniebla...

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03. Quién pudiera como el río, ser fugitivo y eterno.

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04. Amor es desenredar marañas de caminos en la tiniebla: ¡amor es ser camino y ser escala!

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05. Yo no sé de árbol fuerte más fuerte que su alma...

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06. Si yo no hubiera sido, el alma mía repartida pondría en cada cosa una chispa de amor...

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07. Para ti lo infinito o nada; lo inmortal o ésta muda tristeza que no comprenderás...

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08. Miro siempre al sol que se va porque no sé qué algo mío se lleva.

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09. No te nombro; pero estás en mí como la música en la garganta del ruiseñor aunque no esté cantando.

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10. Si me quieres, quiéreme entera, no por zonas de luz o sombra... Si me quieres, quiéreme negra y blanca. Y gris, y verde, y rubia, quiéreme día, quiéreme noche... ¡Y madrugada en la ventana abierta!

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11. Siempre, amor... (¡Y estas dos palabras naufragas, entre alma y piel clavadas contra el viento!).

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12. ¿Y esa luz? Es tu sombra.

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Alejo Carpentier

Dulce María Loynaz

Dulce María Loynaz
  • 10 de diciembre de 1902
  • La Habana, Cuba
  • 27 de abril de 1997
  • La Habana, Cuba

Poeta y abogada cubana, miembro de la Academia Cubana de la Lengua y ganadora del Premio Nacional de Literatura (1986).

Sobre Dulce María Loynaz

Hija del mayor general del Ejército Liberador de Cuba, Enrique Loynaz, creador del Himno Invasor, Dulce María Loynaz nunca asistió a una escuela hasta pasar a la Universidad de la Habana, donde obtuvo en 1927 el título de Doctor en Leyes.

Publicó sus primeros poemas en 1920, año en que realizó numerosos viajes, pasando por Estados Unidos, México, España, Turquía, Siria, Palestina y Egipto, entre otros destinos.

De regreso a Cuba, comenzó a publicar su obra.

En 1959 fue elegida miembro de la Real Academia Española y presidió en Cuba hasta el momento de su muerte la filial local de esa institución.

En 1992 recibió el Premio Cervantes, el galardón literario más importante en lengua castellana.

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