Mañana es sólo un adverbio de tiempo.
Si el ayer ya no está aquí, si mañana no empezó, yo soy.
Junta tu frente a la mía y enlaza tu mano, y haz juramentos que mañana ya habrás roto.
Hoy estás donde tus pensamientos te han traído; mañana estarás donde tus pensamientos te lleven.
Noche de golondrinas. Mañana otra vez nada mejor que hacer.
¿Sabes lo que te puede acontecer mañana? Ten confianza, pues, de lo contrario, no dejará el infortunio de justificar tus temores. No te apegues a nada. No interrogues los libros ni a los hombres: él destino es inescrutable.
Todo mañana es la pizarra donde te invento y te dibujo.
Obró mucho el que nada dejó para mañana.
Esta mañana El sol salió de la cabeza de una sardina.
Viendo este filósofo a sus ciudadanos tan dados a los deleites y por otra parte edificar tan suntuosamente, dijo: Los Agrigentinos así se dan a los deleites como si mañana hubiesen de morir, y así edifican como si siempre hubiesen de vivir.
Lo que nos traerá el mañana sólo lo sabremos cuando llegue ese mañana. "De qué hablo cuando hablo de correr" (2007), Haruki Murakami
"De qué hablo cuando hablo de correr" (2007) Frases de "De qué hablo cuando hablo de correr" (2007) Frases de Haruki Murakami
A orillas del amor, del mar, de la mañana, en la arena caliente, temblante de blancura, cada uno es un fruto madurando su muerte.