35 frases de La novia gitana de Carmen Mola... Las frases seleccionadas de este libro abordan una amplia variedad de temas, incluyendo la crianza de los hijos, la belleza efímera, la vanidad humana, la fugacidad de la vida, la violencia en las calles y reflexiones sobre el bien y el mal.
Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de Carmen Mola son: crímenes, novela de misterio, asesinato, violencia, pueblo gitano, gitanos, percepción de la diversidad cultural, identidad cultural, venganza, búsqueda de la verdad, brutalidad, relaciones personales, ficción con policías, justicia y equidad, procedimientos policiales.
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Frases de La novia gitana Carmen Mola
01. Las normas no sirven para todo.
02. La muerte de un ser es el alimento de otro.
03. Expulsan a un hombre de un teatro por ser muy feo.
04. Le daría un hueso suculento que lanzarle a la prensa.
05. No deja de admirarme hasta qué extremos puede llegar la vanidad humana.
06. Sino hueles a los policías no tienes futuro en la calle.
07. Las cortinas ondean suavemente y figuran las barrigas de dos cocineras embarazadas.
08. Retrasar las cosas es mantener los nervios dentro del estómago más.
09. Piensa en lo efímeros que son los momentos de placer en esta vida.
10. El sadismo oculto de la gente sale a flote en el momento menos pensado.
11. Es increíble lo poco que conocemos a la gente que tenemos más cerca.
12. Cuando estás aquí conmigo, esta habitación no tiene paredes, sino árboles, árboles infinitos.
13. A los hijos hay que cuidarlos todo el tiempo, incluso cuando no estás con ellos.
14. Algo tiene la sabiduría popular que simplifica los problemas y los muestras en su justa proporción.
15. Debería ser más empático, adivinar lo que piensa el otro por encima de sus palabras.
16. Hay que hacer lo que sea para ayudar a un hijo, para protegerlo, para encontrarlo cuando está perdido...
17. Hay que confiar en la justicia, o en el tiempo, como prefieras. Tarde o temprano te da la razón.
18. Los recuerdos vienen y van a su antojo, nunca se sabe lo que florece en el camposanto de mi memoria.
19. Sabe que la esperan jornadas duras y trata de resistir a base de un cóctel de ansiolíticos y alcohol.
20. La línea que separa el bien y el mal es más resbaladiza de lo que a ella le gustaría.
21. No debe de probar ni una sola copa; por mucho que lo desee, si bebe con esta rabia, acabará haciendo una locura.
22. ¿Y si mañana (y subrayo el si) de repente te perdiera? Habría perdido el mundo entero, no sólo a ti.
23. No olvida la tutela que recibió en los momentos de aprendizaje, ni los sabios consejos, ni la paciencia cuando cometía algún error.
24. Uno se pasa la vida despidiéndose, haciendo el luto de una época, de una persona, de una afición que ya no queremos seguir cultivando.
25. No es sencillo educar a una hija cuando estás convencido de que ella debe ser libre, tomar sus propias decisiones y cometer sus propios errores.
26. Te odio tantas veces como tantas otras veces te amo, y por eso eres tú tan grande, grande, grande para mí, tan grande como es mi amor.
27. Siempre llevamos ventaja sobre el asesino. Nosotros podemos equivocarnos veinte veces, pero si acertamos una, lo descubrimos; él puede acertar veinte veces, pero si falla una, lo descubrimos.
28. Nosotros podemos equivocarnos veinte veces, pero si acertamos una, lo descubriremos; él puede acertar veinte veces, pero si falla una, lo descubriremos. Es una cuestión de estadística.
29. Todo el mundo encuentra ridículo que Susana escriba los wasaps siguiendo fielmente las instrucciones de la Real Academia, sin faltas, sin abreviaturas, respetando los signos de puntuación.
30. La siesta es para ella algo así como la inacción elevada al cubo, cristalizadas en un intervalo del día que el ser humano decide tirar a la basura.
31. Quisiera que fuera amor, aquel amor verdadero, lo que siento y lo que me hace pensar en ti. Quisiera poderte decir que te amo hasta morir porque es lo que deseas de mí.
32. Las calles llenas, la rente alrededor de mí habla y ríe y no sabe nada de tí. Veo quien pasa, pero sé que la ciudad me parecerá vacía si tú no vuelves.
33. Las calles llenas, la gente alrededor de mí habla y ríe y no sabe nada de ti. Veo quién pasa, pero sé que la ciudad me parecerá vacía si tú no vuelves.
34. Hay momentos de quietud y de belleza que parecen insinuar algo, que la felicidad está al alcance de la mano y que solo hay que abrir el corazón y vaciar la mente para recibirla sin reservas.
35. Se pregunta hasta dónde llega la responsabilidad de una madre, en qué momentos hay que dejar a los hijos volar solos, sin la mirada vigilante y la tutela obsesiva. No hay tregua, ni descanso, se dice. A los hijos hay que cuidarlos todo el tiempo, incluso cuando no estás con ellos.