Quien no estima la vida no la merece.
Más se estima lo que con más trabajo se gana.
Sólo se combate por lo que se ama; solo se ama lo que se estima, y para estimar es necesario al menos conocer.
Un hombre honesto debe obtener la estima pública sin haberlo previsto, y por así decirlo, a pesar suyo. Quien se dedica a buscarla revela su estatura.
Más se estima el beneficio que dio principio a la amistad.
Para ganar y conservar la estima de los hombres no basta con poseer riqueza y poder. La riqueza o el poder tienen que ser puestos de manifiesto, porque la estima sólo se otorga ante su evidencia.
El que no tiene lo que tiene, y todo estima por igual, es pobre en la riqueza, rico en la pobreza.
Me suele avergonzar que no esté siendo por mí vuestra belleza puesta en rima, pues que a ninguna más tuve en estima desde que os vi por vez primera entiendo.
(...) Poco estima a su enemigo quien le vence y vuelve a armar; Que en el noble es premio el dar, como el recibir castigos.
La estima por uno mismo no se obtiene por decreto, es necesario esfuerzo y trabajo. "El vals lento de las tortugas" (2008), Katherine Pancol
"El vals lento de las tortugas" (2008) Frases de "El vals lento de las tortugas" (2008) Frases de Katherine Pancol
La persona sabia cree no sólo en lo que ve con sus ojos físicos y, por lo tanto, ve claro. Ella no se considera como la única que tiene la razón y, por lo tanto, sabe la verdad. Ella no tiene sed de honor, pero las personas le honran. No busca ser una autoridad, pero las personas le siguen. No lucha contra nadie y, por lo tanto, es invencible. (...) La persona sabia se ocupa de todos y, por lo tanto, se vuelve un ejemplo para todos. Es luminosa, pero no busca brillar. No se alaba, pero aun así le respetan. No se enaltece y, por lo tanto, siempre le tienen en mucha estima. "Tao te ching"
"Tao te ching" Frases de "Tao te ching" Frases de Lao Tse
(...) Hay otra diferencia aún más grave entre amor y amistad. Es que no puede haber amistad sin estima. Si nuestro amigo comete un acto que consideramos vil, deja de ser nuestro amigo. A la amistad la mata el desprecio. Mientras que el furor amoroso puede ser indiferente a la estupidez, a la cobardía, a la bajeza del ser amado. ¿Indiferente? Incluso a veces se alimenta de toda esa abyección, como ávido, goloso de los peores defectos de la persona amada. Pues el amor también puede ser coprófago. "El espejo de las ideas" (1994), Michel Tournier
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