Frases de Tao te ching

Tao te ching

47 frases de Tao te ching (Dào Dé Jing) de Lao Tse... Texto clásico chino y uno de los fundamentos del taoísmo filosófico, cuyo nombre refleja las dos partes en las que se divide la obra: "el camino" y "la virtud" o "el poder".

Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de Lao Tse son: guía espiritual, virtud, habilidades de liderazgo, mejora continua, el ser y la nada, aforismos, taoísmo, tao, búsqueda del vacío, sabiduría, flexibilidad, filosofía oriental.

Frases de Lao Tse Libros de Lao Tse

Frases de Tao te ching Lao Tse

01. Un buen caminante no deja huellas.


02. Si eres flexible, te mantendrás recto.


03. Las armas del reino no se muestran al extranjero.


04. Quien tiene la virtud, se identifica con la virtud.


05. Si practicas la equidad, aunque mueras no perecerás.


06. Los diferentes sonidos, uniéndose, crean la armonía.


07. Aquello que miramos y no podemos ver es lo simple.


08. El que camina a grandes zancadas no irá muy lejos.


09. ¡Valiente, mantén tu modestia! Y el pueblo te seguirá.


10. ¡El que sabe contentarse con lo que tiene siempre estará feliz!


11. El bondadoso no es necesariamente elocuente. El elocuente puede ser malvado.


12. Las armas son instrumentos de desgracia, no son instrumentos para el rey.


13. Lo débil y lo tierno vencen lo duro y lo fuerte.


14. Y el respeto conlleva el bienestar. El bienestar contribuye al proceso creativo.


15. Sólo zarpas y espinos nacen en el lugar donde acampan los ejércitos.


16. La vida en el país debe ser tal que las personas no quieran dejarlo.


17. Que tu cuerpo y tu alma vital estén unidos en un abrazo sin separación.


18. Quien interfiere en asuntos ajenos y encima habla demasiado se vuelve insoportable para los demás.


19. La persona sabia no ambiciona el poder y evita la opulencia, el lujo y la prodigalidad.


20. Las palabras precisas no son necesariamente elegantes. Las palabras bonitas no siempre son dignas de confianza.


21. No valores las cosas difíciles de obtener, verás que nadie se entregará a la codicia.


22. En el centro de tu ser tienes la respuesta; sabes quién eres y sabes qué quieres.


23. Aquel que conoce a las personas es razonable. Aquel que se conoce a sí mismo es iluminado.


24. El buen general vence, y allí se queda. Vence y no se jacta, vence porque es su deber.


25. Un buen guardián no necesita rejas ni cerrojos, y, sin embargo, es imposible abrir lo que él cerró.


26. Aquel que puede conquistar a los enemigos es fuerte. Aquel que se ha conquistado a sí mismo es poderoso.


27. Que el aliento vital te vuelva tierno y fresco como tierno y fresco es un niño recién nacido.


28. El que sabe atar no usa cuerdas ni nudos, y, sin embargo, nadie puede desatar lo que él ha unido.


29. ¡No busques exhibirte! La persona sabia que ha conocido su esencia superior no se entrega al narcisismo ni se enaltece.


30. No hay que verter agua en un vaso lleno. Y no tiene ningún sentido afilar demasiado la hoja del cuchillo.


31. Si das pescado a un hombre hambriento, le nutres durante una jornada. Si le enseñas a pescar, le nutrirás toda su vida.


32. Glorificarse con una victoria militar significa regocijarse con la matanza de las personas. ¿Y acaso puede ser respetado aquel que se alegra de la matanza?


33. ¡Dejen de guardarle fidelidad a las cosas a las cuales están apegados y se liberarán de la aflicción y de la autocompasión!


34. En el mundo no hay nada más sumiso y débil que el agua. Sin embargo, en atacar lo que es duro y fuerte, nada puede superarla.


35. Hay que refinar la conciencia. Que el hombre se asemeje en esto a un bebé recién nacido. Si él se hace tan sutil, no va a tener errores.


36. Todas estas criaturas se subdividen en los pares de opuestos, yin y yang, y se llenan de la energía chi. Su desarrollo posterior proviene de su interacción.


37. El hombre sabio no acumula. Cuanto más ayuda a los otros, más se beneficia él mismo. Cuanto más da a los otros, más obtiene él mismo.


38. De esta manera, existencia e inexistencia, lo difícil y lo fácil, lo largo y lo corto, lo alto y lo bajo permiten conocer lo uno y lo otro.


39. No es posible volcar a aquel que sabe estar firmemente de pie. No es posible derribar a aquel que sabe apoyarse. ¡Sí, de tal persona se acordarán sus descendientes!


40. He aquí mis tres tesoros. Guárdalos bien. El primero es la piedad; el segundo, la frugalidad; el tercero, la negativa a ser la primera de todas las cosas bajo el cielo.


41. El agua es suave y dócil. Pero mina y corroe lo duro. En el vencimiento de lo duro, ella no tiene iguales. Lo suave y lo tierno vencen a lo duro y lo grosero.


42. Todos los vicios humanos se deben a la falta de conocimiento. Es el conocimiento lo que mostrará a las personas que, por su propio bien, es mejor ser sencillo y bondadoso, moderar los deseos terrenales y liberarse de las pasiones perniciosas.


43. Aquellos que son valientes sin amor, aquellos que son generosos sin economía y aquellos que quieren estar adelante y empujan hacia un lado a los demás, todos éstos, sufren fracasos. Pero aquellos que, luchando, permanecen llenos de amor triunfan.


44. La materia -sea aquella que está en el cielo o la que está en la tierra- es imparcial con todas las criaturas, sean plantas, animales o personas; a pesar de esto, es un sostén para todos. De la misma manera, la persona sabia es imparcial con los demás.


45. ¿Qué es más necesario la vida o la fama? ¿Qué es más valioso la vida o la riqueza? ¿Qué es más fácil de soportar una ganancia o una pérdida? Mucho acumulas, mucho perderás. Conoce la medida y evitarás los fracasos. Conoce los límites y no habrá riesgo. ¡Así pasarás la vida en tranquilidad, sin angustia!


46. Un caudillo sabio nunca es belicoso. Un guerrero sabio nunca se enfurece. Quien sabe vencer al enemigo no ataca. Quien ha vencido se detiene. Esta persona no se permite ejercer violencia sobre el enemigo derrotado. Después de obtener la victoria, no se enaltece. Vence y no se siente orgullosa de esto. A tal persona no le gusta hacer la guerra. Vence sólo porque le fuerzan a pelear. Y a pesar de que vence, no es belicosa.


47. La persona sabia cree no sólo en lo que ve con sus ojos físicos y, por lo tanto, ve claro. Ella no se considera como la única que tiene la razón y, por lo tanto, sabe la verdad. Ella no tiene sed de honor, pero las personas le honran. No busca ser una autoridad, pero las personas le siguen. No lucha contra nadie y, por lo tanto, es invencible. (...) La persona sabia se ocupa de todos y, por lo tanto, se vuelve un ejemplo para todos. Es luminosa, pero no busca brillar. No se alaba, pero aun así le respetan. No se enaltece y, por lo tanto, siempre le tienen en mucha estima.

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