Usted teme el castigo y pide por su vida. Lo dejaré libre y usted verá la diferencia entre un rey griego y un tirano bárbaro. No espere sufrir ningún daño de mí. Un rey no mata a los mensajeros.
La finalidad del castigo es asegurarse de que el culpable no reincidirá en el delito y lograr que los demás se abstengan de cometerlo.
El Estado tiene por necesidad que proveer a la subsistencia del pobre que ha cometido un crimen mientras sufre el castigo, el no hacer lo mismo por el pobre que no ha faltado a la ley equivale a premiar el crimen.
Por ganancias que de vergonzosos actos derivan pocos quedan a salvo y muchos más reciben su castigo.
El comportamiento ético de un hombre debería basarse suficientemente en la simpatía, educación y los lazos y necesidades sociales; no es necesaria ninguna base religiosa. El hombre verdaderamente estaría en un pobre camino si tuviera que ser reprimido por miedo al castigo y por la esperanza de una recompensa después de la muerte.
El odio encierra su propio castigo.
En ese único levísimo movimiento, veo el fin de la esperanza, el principio de la destrucción de todo lo que quiero en el mundo. No puedo adivinar qué forma tomará mi castigo, qué amplitud abarcará la red, pero cuando termine, lo más probable es que ya no quede nada. "En llamas" (2009), Suzanne Collins
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Una verdad a la que no se da crédito nos hiere mucho más que una mentira. Requiere un gran valor respaldar una verdad inaceptable para nuestra época; conlleva siempre un castigo, que suele ser la crucifixión. "Al este del Edén" (1952), John Steinbeck
"Al este del Edén" (1952) Frases de "Al este del Edén" (1952) Frases de John Steinbeck
El castigo del anzuelo no es nada. El castigo del hambre y de que se halle frente a una cosa que desconoce lo es todo. "El viejo y el mar" (1952), Ernest Hemingway
"El viejo y el mar" (1952) Frases de "El viejo y el mar" (1952) Frases de Ernest Hemingway
Una buena obra nunca queda sin castigo.
(...) No me quejaré. He recibido la vida como una herida y he prohibido al suicidio que cure la cicatriz. Quiero que el Creador contemple, en cada hora de su eternidad, la grieta abierta. Es el castigo que le inflijo. "Los cantos de Maldoror" (1869), Conde de Lautréamont
"Los cantos de Maldoror" (1869) Frases de "Los cantos de Maldoror" (1869) Frases de Conde de Lautréamont
Recuerdo perfectamente la primera vez que presencié un castigo corporal. (...) Después, cuando como soldado raso me tocaba presenciar esos castigos, procuraba ubicarme en las últimas filas. Y, cuando ya por fin ascendí a jefe de compañía, intentaba escabullirme siempre que podía, sobre todo en el momento de los golpes. Esto no era demasiado difícil, pues nada complacía más a mis colegas que reemplazarme. Cuando ascendí a Rapportführer, y más tarde, a Schutzhaftlagerführer, ya no podía tomarme esa libertad y mi deber me repugnaba. Por fin, siendo comandante del campo y, por lo tanto, responsable de ordenar la aplicación del castigo corporal, muy rara vez presencié su cumplimiento. Por otra parte, nunca autoricé sin meditarlo cuidadosamente la aplicación de esta forma de castigo. No sabría explicar por qué, pero me producía especial aversión. "Yo, comandante de Auschwitz" (1958), Rudolf Hoess
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