La naturaleza sin la señal de la mano del hombre es más sublime.
La ciencia no nos ha enseñado aún si la locura es o no lo más sublime de la inteligencia.
La existencia de la realidad es la cosa más misteriosa, más sublime y más surrealista que se dé.
Es absolutamente más sublime que todo el mundo el alma que está unida a Dios.
Nada es más contrario a lo bello que lo repugnante, así como nada cae más por debajo de lo sublime que lo ridículo. "Observaciones sobre el sentimiento de lo bello y lo sublime" (1764), Immanuel Kant
En lo ligero y en todo cuanto es inferior, dependemos, a nuestro pesar, del tiempo en el que vivimos, y aunque no lo queramos, hablamos como todos nuestros contemporáneos. Pero en lo bello y lo sublime, y en todo cuanto de esto participe, de la manera que sea, escapamos del tiempo y no dependemos de nadie; y en cualquier siglo en el que vivamos podremos ser perfectos, sólo que con más dificultad en unas épocas que en otras.
Cuando se sobrepasa lo sublime se cae en la extravagancia.
Si delante del enemigo la cortesía es heroica, delante de la mujer es deliciosa, y sublime delante de la muerte.
Pensamiento y estudio son igualmente necesarios para la felicidad de un país y para la vida de una ciudad. En el primero previenen las inquietantes sensaciones de indolencia y permiten el placer sublime de crear para la belleza; en la segunda, hacen que la disipación no sea objeto de necesidad y, consecuentemente, de interés. "Los misterios de Udolfo" (1794), Ann Radcliffe
"Los misterios de Udolfo" (1794) Frases de "Los misterios de Udolfo" (1794) Frases de Ann Radcliffe
Su amor no consistía únicamente en el cambio de dos caprichos y en el contacto de dos epidermis: tenía la fuerza humana y la fuerza divina, el beso de los labios y la sublime comunión de los entendimientos.
Frases de Manuel Gutiérrez Nájera
Estos bellos ejemplares del género humano en el cine del centro de la ciudad actúan sin ningún tipo de dolor y sin la posibilidad de sentir dolor. Todo es plástico. En sí mismo el dolor no es más que una consecuencia del deseo de placer, de destrucción, de aniquilamiento y, en su forma más sublime, una forma de placer. "La pianista" (1983), Elfriede Jelinek
Frases de "La pianista" (1983) Frases de Elfriede Jelinek
Hay una mente, una mente omnipresente y omnífica. Su nombre sagrado es el amor. ¡Oh verdad de sublime grandeza! Quien se nutre sacia con ella su alma constante, escapa con una bendición de este ínfimo mundo.