01. Si precisas una mano, recuerda que yo tengo dos.
02. Todo el que no quiere ver sus pecados, se los echa a la espalda, y los pecados ajenos los pone muy a la vista; no por diligencia, sino por envidia; no para remediarlos, sino para acusarlos; pero de sí mismo se olvida.
03. Por dos causas pecamos: o por no ver aún lo que debemos hacer, o por no hacer lo que ya vemos no se debe hacer; lo primero es mal de ignorancia; lo segundo, de flaqueza.
04. La mente, pues, así como por los sentidos del cuerpo recoge noticias de las cosas corporales, las de las inmateriales las recauda por sí misma. Luego a sí misma se conoce por sí misma, porque es inmaterial.
05. Una es la verdad que ilustra a las almas santas; pero como son muchas las almas, puede decirse que en ellas hay muchas verdades, como de una misma cara en los espejos aparecen muchas imágenes.
06. La sabiduría no es otra cosa que la medida del espíritu, es decir, la que nivela al espíritu para que no se extralimite ni se estreche.
07. Buscad lo suficiente, buscad lo que basta. Y no queráis más. Lo que pasa de ahí, es agobio, no alivio; apesadumbra en vez de levantar.
08. No digas que el tiempo pasado fue mejor que el presente; las virtudes son las que hacen los buenos tiempos y los vicios los que los vuelven malos.
09. El que es bueno, es libre aún cuando sea esclavo; el que es malo, es esclavo aunque sea rey.
10. Nada hallamos en el hombre más que cuerpo y alma; esto es todo hombre: espíritu y carne.
11. Cuando un hombre descubra sus faltas, dios las cubre. Cuando un hombre las esconde, dios las descubre, cuando las reconoce, dios las olvida.
12. Todo cristiano bueno y verdadero ha de saber que la verdad es del Señor dondequiera que la halle.