El filósofo nunca ha matado a ningún sacerdote, mientras que el sacerdote ha causado la muerte de un gran número de filósofos.
En el sacerdote, como en el alienista, siempre hay algo de juez de instrucción.
Si desea perder su fe, haga amistad con un sacerdote.
Los atenienses aconsejaban a Diógenes que tomase orden de sacerdote y se consagrase, diciendo que los que así eran ordenados tenían después señorío en el cielo. A esto respondió Diógenes: Ciertamente ésta es cosa de reír si pensamos que Argesilao y Epaminondas están en el infierno y Patecio ladrón y otros tales como él están en el cielo, y esto porque tomaron orden sacerdotal. Gravemente reprendió la mala costumbre de los sacerdotes de aquel tiempo, los cuales por sus intereses persuadían a los hombres ignorantes y supersticiosos que si tomaban aquella orden o seña sacerdotal serían bienaventurados después de esta vida. Siendo cierto que la bienaventuranza está aparejada con aquellos que con buenas obras la merecen, tengan órdenes o no.
Un buen maestro es más útil que un centenar de sacerdotes.
Un sacerdote dejaría de ser sacerdote si dejara de advertir a sus fieles qué es lo bueno y qué es lo malo. "Retrato del artista adolescente" (1916), James Joyce
"Retrato del artista adolescente" (1916) Frases de "Retrato del artista adolescente" (1916) Frases de James Joyce
De todas las cosas despreciables que existen, la más despreciable es un hombre que aparece como sacerdote de Dios y es sacerdote de su propia comodidad y ambiciones.
No me pongas al sacerdote en el trance de perder su gravedad. Es virtud que, sin envaramiento, necesita tener.
Frases de San Josemaría Escrivá De Balaguer
Sólo los sacerdotes y los locos no tienen miedo a nada, y yo nunca me he llevado muy bien con Dios. "El nombre del viento" (2007), Patrick Rothfuss
"El nombre del viento" (2007) Frases de "El nombre del viento" (2007) Frases de Patrick Rothfuss
Un sacerdote puede hacer todas las cosas malas del mundo. Si tuviésemos privilegio para no pecar, estábamos bien; nos habíamos salvado en el momento mismo de la ordenación, que no era floja ganga. Cabalmente, la ordenación nos impone deberes más estrechos que a los demás cristianos, y es doblemente difícil que uno de nosotros sea bueno. Y para serlo del modo que requeriría el camino de perfección en que debemos entrar al ordenarnos de sacerdotes, se necesita, aparte de nuestros esfuerzos, que la gracia de Dios nos ayude. Ahí es nada.
Así como los sacerdotes, por señorear una gran experiencia del corazón humano, pueden perdonar tanto mejor pecados que ellos no cometen, lo mismo el genio, por poseer una gran experiencia de la mente, es tanto más capaz de comprender las ideas más opuestas a las que constituyen el fondo de su propia obra. "A la sombra de las muchachas en flor" (1919), Marcel Proust
Frases de "A la sombra de las muchachas en flor" (1919) Frases de Marcel Proust
Muchos creen sentir la llamada del sacerdocio, pero en realidad lo que oyen es una voz interior que dice: "Es un trabajo a cubierto en el que nunca hay que levantar grandes pesos. ¿O es que quieres pasar toda tu vida detrás de un arado igual que tu padre? " "Dioses menores" (1992), Terry Pratchett