
18 frases de El nombre del viento (The name of the wind) de Patrick Rothfuss... En una posada en tierra de nadie, un hombre se dispone a relatar, por primera vez, la auténtica historia de su vida. Ese hombre es el legendario Kvothe y esta es su fascinante historia.
Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de Patrick Rothfuss son: la fragilidad de la vida, magia, nuevas experiencias, sentido de la vida, venganza, telequinesis, arrepentimiento, desprecio, ciencia ficción.
Frases de Patrick Rothfuss Libros de Patrick Rothfuss
Frases de El nombre del viento Patrick Rothfuss
01. La mejor venganza es ser feliz.
02. Los huesos sueldan. El arrepentimiento perdura para siempre.
03. Las emociones, por definición, no son razonables.
04. Solo la verdad podría romperme. ¿Qué hay más duro que la verdad?
05. Una persona inteligente e irreflexiva es una de las cosas más aterradoras que existen.
06. Una llamada de ayuda atrae a los depredadores como el olor de la sangre transportado por el viento.
07. Por eso nos gustan las historias. Nos ofrecen la claridad y la sencillez de que carece nuestra vida real.
08. El día en que empezamos a preocuparnos por nuestro futuro es el día que dejamos atrás nuestra infancia.
09. Sólo los sacerdotes y los locos no tienen miedo a nada, y yo nunca me he llevado muy bien con Dios.
10. Todos los hombres sabios temen tres cosas: la tormenta en el mar, la noche sin luna y la ira de un hombre apacible.
11. La experiencia me ha enseñado que la mejor forma de protegerte es hacer creer a tus enemigos que no pueden hacerte daño.
12. Sí, soy un mito. Un mito muy especial que se crea a sí mismo. Las mejores mentiras sobre mí son las que yo mismo he contado.
13. Generalmente el miedo proviene de la ignorancia. Una vez que supe cuál era el problema, este pasó a ser solo un problema y no algo que temer.
14. Existe una conexión fundamental entre lo que uno parece y lo que uno es. Todos nos contamos una historia sobre nosotros mismos. Siempre. Continuamente. Esa historia es lo que nos convierte en lo que somos. Nos construimos a nosotros mismos a partir de esa historia.
15. Es duro que te acusen injustamente, pero aún es peor cuando los que te miran con desprecio son unos zoquetes que jamás han leído un libro ni han ido a ningún sitio que esté a más de treinta kilómetros de su pueblo natal.
16. Tengo tendencia a pensar demasiado, Bast. Mis mayores éxitos fueron producto de decisiones que tomé cuando dejé de pensar e hice sencillamente lo que me parecía correcto. Aunque no hubiera ninguna buena explicación para lo que había hecho. Aunque hubiera muy buenas razones para que no hiciese lo que hice.
17. Las palabras son pálidas sombras de nombres olvidados. Los nombres tienen poder, y las palabras también. Las palabras pueden hacer prender el fuego en la mente de los hombres. Las palabras pueden arrancarles lágrimas a los corazones más duros. Existen siete palabras que harán que una persona te ame. Existen diez palabras que minarán la más poderosa voluntad de un hombre. Pero una palabra no es más que la representación de un fuego. Un nombre es el fuego en sí.
18. Quizá la mayor facultad que posee nuestra mente sea la capacidad de sobrellevar el dolor. El pensamiento clásico nos enseña las cuatro puertas de la mente, por las que cada uno pasa según sus necesidades. La primera es la puerta del sueño. El sueño nos ofrece un refugio del mundo y de todo su dolor. El sueño marca el paso del tiempo y nos proporciona distancia de las cosas que nos han hecho daño. Cuando una persona resulta herida, suele perder el conocimiento. Y cuando alguien recibe una noticia traumática, suele desvanecerse o desmayarse. Así es como la mente se protege del dolor: pasando por la primera puerta. La segunda es la puerta del olvido. Algunas heridas son demasiado profundas para curarse, o para curarse deprisa. Además, muchos recuerdos son dolorosos, y no hay curación posible. El dicho de que "el tiempo todo lo cura" es falso. El tiempo cura la mayoría de las heridas. El resto están escondidas detrás de esa puerta. La tercera es la puerta de la locura. A veces, la mente recibe un golpe tan brutal que se esconde en la demencia. Puede parecer que eso no sea beneficioso, pero lo es. A veces, la realidad es solo dolor, y para huir de ese dolor, la mente tiene que abandonar la realidad. La última puerta es la de la muerte. El último recurso. Después de morir, nada puede hacernos daño, o eso nos han enseñado.