Tlazoltéotl, luna mexicana, diosa de la noche huasteca, pudo hacerse un lugarcito en el panteón macho de los aztecas. Ella era la madre madrísima que protegía a las paridas y a las parteras y guiaba el viaje de las semillas hacia las plantas. Diosa del amor y también de la basura, condenada a comer mierda, encarnaba la fecundidad y la lujuria...Y cuando la tierra temblaba, por vibración suave o terremoto devastador, nadie dudaba: -Es ella. "Mujeres" (2015), Eduardo Galeano