Si los dibujantes miraran a los cómics como un arte arte más que como un trabajo de medio tiempo pienso que los cómics serían mejores. Pienso que hay un enorme potencial que aún no se ha explotado.
Los dibujantes le rajan a los personajes fijos porque te esclavizas. Es más lindo no tener esa limitación. Pero los personajes se imponen, son tiranos, aparecen todos los días. Pero también permanecen más en el recuerdo.
Una de las obsesiones de los dibujantes era lograr la síntesis. Tener un mono que sea dos puntos y una nariz y que el lector diga, "esta es una persona".
Vuelvo a las películas que iba a ver cuando era chico. Hoy repaso todo aquello y me pongo a pensar cómo no se me ocurrió un gag así. Ese sentido de la imagen y de su pureza, se sostenía en algo fundamental en el humor: el poder de síntesis. Es la capacidad, como hacen los dibujantes, de contar toda una historia... En tres cuadritos. El gag es el módulo básico donde todo se asienta.
La única cosa que realmente siempre quise ser fue un dibujante. Esa es mi vida. Dibujo.
Cuando un artista, un dibujante sale a la calle, no ve las mismas cosas que la gente normal. Lo que ve es documentación sobre la manera de vivir, sobre la gente.
Creo que les debo algo a todos los dibujantes de cómic. Al principio me fijaba en todo el mundo. Con esto quiero decir que había muchos con los que no tenía nada en común en cuanto a lo estilístico, pero que me han influido en lo general.
La naturaleza ofrece una variedad infinita de modelos, y todos los dibujantes tenemos cierta predilección por un determinado modelo.
La cuestión de saber sobre cuál facultad reposa el don del dibujo es obscura, porque el dibujo al volverse habitual pierde muchos de sus elementos conscientes. Sucede con el dibujo como con la palabra: el que habla con abundancia y facilidad no sabe por qué lo hace; no tiene una representación clara de la frase antes de pronunciarla; sólo conoce vagamente las palabras que va a emplear; posee más bien el sentimiento abstracto de lo que quiere decir, y su palabra se conforma a este plan. De igual modo un dibujante muy diestro ve el dibujo salir de su lápiz; sabe bien lo que quiere hacer, pero le cuesta trabajo explicar cómo se representa su dibujo antes de ejecutarlo.
Esta profesión [dibujante], que es fundamentalmente una defensa contra la realidad cuando ésta es insuperable, me protege de mucho dolor.