(...) Estaba cansado de las grandes películas. De hecho, no quería hacer ninguna película más y había decidido trabajar en el campo de la química. Me agobiaban los estudios y quería ser independiente. Sólo ante un encargo muy insistente accedí, le dije al productor: de acuerdo, haré la película pero tú no vas a abrir la boca, no tendrás derechos sobre la edición y te limitarás a poner el dinero. Entonces hice "Metrópolis".
Siempre que sueño que estoy muerto me siento como si volviera a casa cansado de andar perdido.
¡Ah, estoy cansado de insistir! Adiós, me voy a Pucalpa a tener visiones. ¿Tus sonetos limpios? Yo quiero tus borradores secretos más sucios, tu esperanza, en su más obscena magnificencia, ¡Oh Dios!
Yo estoy mortalmente cansado de la vida, No admito nada de ella, Pero aún así amo esta pobre tierra Porque no conozco otra.
Al principio, este dolor era tan tenue como la brizna desprendida de una nube arañando mi corazón: se limitaba a impedir que me deleitase con la visión del paisaje montañoso de Suiza, o ensombrecía mi interés por las ancianas ruinas de Roma. Más tarde, me sentí gradualmente cansado de la vida, agotado de mí mismo. Una angustia desgarradora me atenazó. Ahora, los remordimientos se han asentado en las profundidades de mi corazón y se han transformado en simples sombras.
Estoy cansado de estar vivo, aunque más cansado sería el estar muerto; estoy cansado del estar cansado entre plumas ligeras sagazmente, plumas del loro aquel tan familiar o triste, el loro aquel del siempre estar cansado. "Un río, un amor" (1929), Luis Cernuda
Frases de "Un río, un amor" (1929) Frases de Luis Cernuda
Condorito: Cómo no voy a tener cara de cansado, cumpa, si trabajo veinticinco horas diarias... - ¡Compadrito, pero si el día sólo tiene veinticuatro horas! -Conforme, pero yo me levanto una hora antes todos los días.
Cuán triste, largo y cansado, cuán angustioso camino, señala el Ente divino al infeliz desterrado.
Cansado y maltrecho buscando posada ¡Glisinas en flor!
Pronto irás por ahí como el converso y el predicador: reprendiendo a la gente por los pecados de los que tú ya te has cansado.
El Sur está cansado de arrastrar muertos a la orilla de las ciénagas de malaria, está cansado de soledad, cansado de cadenas, está cansado en su boca de las blasfemias de todas las razas que han gritado muerte con el eco de sus pozos, que han bebido la sangre de su corazón.
Para el hombre que se dice cansado de su hijo no hay flores.