14.El violonchelista no sabe lo que está a punto de ocurrir. Inicialmente, ni siquiera es consciente del impacto de la bomba. Durante largo tiempo, permanece junto a la ventana y mira..."El violonchelista de Sarajevo" (2008), Steven Galloway
15.(...) Ahora está en ruinas, arrebatado a la existencia por medio de bombas. Todo a su alrededor tiene un particular tono grisáceo. No está seguro de su origen, si siempre estuvo allí y la guerra ha arrancado la capa de color que la ocultaba, o si ese gris es el color de la guerra en sí."El violonchelista de Sarajevo" (2008), Steven Galloway
16.He dejado de oír los noticiarios; demasiado alarmantes. El mundo parece gobernado por científicos y generales, todos jugando con bombas como tantos colegiales."El ocupante" (2009), Sarah Waters
17.Esos borrachínes ineptos no paran de fabricar bombas y hacen inhabitable el planeta."Las once mil vergas" (1907), Guillaume Apollinaire
18.Todo el mundo sabía que las balas no tienen ojos, que las bombas no son muy dadas a pedir disculpas y que los soldados son como tigres que han bajado de la montaña, tigres que no son precisamente vegetarianos."Grandes pechos, amplias caderas" (1996), Mo Yan
19.Los anarquistas lo comprendieron hace ya un siglo, después de haberse desprestigiado poniendo bombas. En cambio, los nacionalistas agresivos, los guerrilleros y los "mártires" musulmanes aún no han aprendido que poner bombas en lugares públicos los desacredita y, por tanto, los debilita."100 ideas" (2006), Mario Bunge
20.Las bombas asustan pero no persuaden, desquician pero no construyen."100 ideas" (2006), Mario Bunge
21.Alguien dijo que las bombas habían destruido el puente. Nos asustamos: "¿Qué pasará con papá?". Nuestro padre no podría cruzar el río, y no sabía nadar."Últimos testigos" (1985), Svetlana Alexievich
22.Algunos apasionados, trabajadores incansables, se entregaban aún a cálculos de balística y no pensaban más que en bombas gigantescas y obuses incomparables. Pero, sin la práctica, ¿De qué sirven las teorías?"De la Tierra a la Luna" (1865), Julio Verne