A la deriva en un blanco, océano de dudas.
El espacio celeste, una gota de sonido que se rompe. Nubes de pájaros. Colores. Paisajes a la deriva. Signo sobre signo en un rostro. Escritura de la vida.
Costumbres bajas, debajo de papeles se desboca y no poderse dar de frente hacia la puerta, pestañearse, la única ilusión en cautiverio correr, depositarse, acometerse a la deriva de hoja cuando el otoño desmantela, época triste, tras la tristeza básica que existe.
La naturaleza del mundo es la sensación. Nadamos a la deriva en un océano de estímulos sensoriales: movimiento, color, textura, forma, calor, frío, sinfonías naturales de sonido, infinitos aromas, sabores que superan la capacidad humana de clasificación.
Sentí que mi mente se perdía a la deriva, sin salvavidas a la vista. "No se lo digas a nadie" (2001), Harlan Coben
"No se lo digas a nadie" (2001) Frases de "No se lo digas a nadie" (2001) Frases de Harlan Coben
Sin ti estoy perdido. Como si no tuviera alma, como si fuera a la deriva y no tuviera un hogar, un pájaro solitario volando a ninguna parte. "Mensaje en una botella" (1998), Nicholas Sparks
Frases de "Mensaje en una botella" (1998) Frases de Nicholas Sparks
(...) Y jamás puede permitirse que nuestros pensamientos vayan a la deriva, si hemos de realizar una obra que produzca a la humanidad satisfacción duradera.
Si vagabas a la deriva en compañía de otras mil personas, ¿hasta qué punto podías decir que estabas perdido? "Diecinueve minutos" (2007), Jodi Picoult
Frases de "Diecinueve minutos" (2007) Frases de Jodi Picoult
Por el río en invierno flotan a la deriva las ofrendas florales del Buda.
Porque es así como te fastidia la vida. Te pilla cuando todavía tienes el alma adormecida y siembra en su interior una imagen, o un olor, o un sonido que después ya nunca puedes sacarte de encima. Y aquélla era la felicidad. Lo descubres después, cuando ya es demasiado tarde. Y ya eres, para siempre, un exiliado: a miles de kilómetros de aquella imagen, de aquel sonido, de aquel olor. A la deriva. "Tierras de cristal" (1991), Alessandro Baricco
"Tierras de cristal" (1991) Frases de "Tierras de cristal" (1991) Frases de Alessandro Baricco
Momentos, momentos sin rumbo, sin acotaciones, sin regresar, sin reunirse, fluyentes, independientes.
Empecé a sentir frío. Es imposible permanecer seco un minuto dentro de una balsa. Incluso cuando uno se sienta en la borda medio cuerpo queda dentro del agua, porque el piso de la balsa cuelga como una canasta, más de medio metro por debajo de la superficie. A las ocho de la noche el agua era menos fría que el aire. Yo sabía que en el piso de la balsa estaría a salvo de animales, porque la red que protege el piso les impide acercarse. Pero eso se aprende en la escuela y se cree en la escuela, cuando el instructor hace la demostración en un modelo reducido de la balsa, y uno está sentado en un banco, entre cuarenta compañeros y a las dos de la tarde. Pero cuando se está solo en el mar, a las ocho de la noche y sin esperanza, se piensa que no hay ninguna lógica en las palabras del instructor. Yo sabía que tenía medio cuerpo metido en un mundo que no pertenecía a los hombres sino a los animales del mar y a pesar del viento helado que me azotaba la camisa no me atrevía a moverme de la borda. Según el instructor, ése es el lugar menos seguro de la balsa. Pero, con todo, sólo allí me sentía más lejos de los animales: esos animales enormes y desconocidos que oía pasar misteriosamente junto a la balsa. "Relato de un náufrago" (1970), Gabriel García Márquez
"Relato de un náufrago" (1970) Frases de "Relato de un náufrago" (1970) Frases de Gabriel García Márquez