11 frases de Tierras de cristal (Castelli di rabbia) de Alessandro Baricco... Quinnipak, una ciudad imaginaria en la que conviven extraordinarios personajes empeñados en construir castillos en el aire... Un rompecabezas que finalmente se termina.
Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de Alessandro Baricco son: relaciones personales, búsqueda de la felicidad, excesos, aprender a leer, dignidad del ser humano, mediocridad, rompecabezas, voluntad de vivir.
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Frases de Tierras de cristal Alessandro Baricco
01. Intuyó que escribir una cosa significaba poseerla.
02. (...) Porque donde la vida arde de verdad la muerte no es nada.
03. La vida es esencialmente incoherente y la previsibilidad de los acontecimientos un ilusorio consuelo.
04. [Los hijos] Nacen llevando dentro lo que, en los padres, la vida ha dejado a medias.
05. Suceden cosas que son como preguntas. Pasa un minuto, o tal vez años, y después la vida responde.
06. Hay una dignidad inmensa, en la gente, cuando sobrelleva sus propios miedos, sin trampas, como medallas de su propia mediocridad.
07. Leer no es otra cosa que mirar fijamente a un punto para no ser seducidos, y destruidos, por el incontrolable deslizarse del mundo.
08. No lo sabían, pero estaban, simultáneamente, entrando en ocho años de tragedias, de desgarradora felicidad, de despechos crueles, de pacientes venganzas, de silenciosas desesperaciones. En pocas palabras, estaban a punto de hacerse novios.
09. Porque es así como te fastidia la vida. Te pilla cuando todavía tienes el alma adormecida y siembra en su interior una imagen, o un olor, o un sonido que después ya nunca puedes sacarte de encima. Y aquélla era la felicidad. Lo descubres después, cuando ya es demasiado tarde. Y ya eres, para siempre, un exiliado: a miles de kilómetros de aquella imagen, de aquel sonido, de aquel olor. A la deriva.
10. Los deseos son la cosa más importante que tenemos y no podemos bromear con ellos en exceso. Así que, algunas veces, merece la pena no quedarse dormidos con tal de ir detrás de un deseo propio. Se hace la asquerosidad y después se paga por ella. Y sólo esto es lo verdaderamente importante: que cuando llegue el momento de pagar uno no piense en escapar y permanezca allí, dignamente, pagando. Sólo esto es lo importante.
11. Dondequiera que estés, padre mío, tú y el horror de tus palabras, tú y el escándalo de tu felicidad, tú y el disgusto de tu vileza...Que revientes de noche con el miedo aferrándote la garganta, y un dolor infernal en tu interior, y el hedor del espanto sobre ti. Y que contigo reviente tu mujer, vomitando blasfemias que le hagan ganar un paraíso infinito de tormentos. La eternidad no le bastará para pagar todas sus culpas.