No puedo escuchar el estallido de una gran ola sin pensar que una parte de mi hijo, convertido en sal y espuma, regresa a nosotros, circulando sin cesar como un navegante fantasma, de océano en océano. "Inquieta compañía" (2004), Carlos Fuentes
Frases de "Inquieta compañía" (2004) Frases de Carlos Fuentes