El corazón que no ama es una cisterna tenebrosa, un depósito inmóvil que no recibe ni da. El corazón que ama es el remanso a cielo abierto, donde las mil corrientes del mundo descansan un instante para partir otra vez.
En un mundo de miedo e incertidumbre como el actual, cada niño debería tener un tiempo al día en la clase para sumergirse dentro de sí mismo y experimentar el silencio -la dicha absoluta-, el enorme depósito de energía e inteligencia que está profundamente adentro de todos nosotros. Esta es la manera de salvar a las próximas generaciones.
Satura tus pensamientos con experiencias de paz, con palabras e ideas de paz y tendrás un depósito de experiencias productoras de paz que puedes usar para refrescar y renovar tu espíritu. Será una inmensa fuente de poder. "El poder del pensamiento positivo" (1952), Norman Vincent Peale
"El poder del pensamiento positivo" (1952) Frases de "El poder del pensamiento positivo" (1952) Frases de Norman Vincent Peale
La vida es un depósito de cajas vacías, estropeadas. Somos lo que queda, lo que hemos agarrado. "No te muevas" (1998), Margaret Mazzantini
"No te muevas" (1998) Frases de "No te muevas" (1998) Frases de Margaret Mazzantini
¿Quieres ser mi portaaviones? De vez en cuando aterrizaré para llenar el depósito de sentidos. "La felicidad de los ogros" (1985), Daniel Pennac
"La felicidad de los ogros" (1985) Frases de "La felicidad de los ogros" (1985) Frases de Daniel Pennac
La vida es el depósito del que surgen cada día nuevas creaciones que se irán ramificando hasta el infinito. A partir de esta vida indiferenciada y sin expresión, que está ahí como una simple posibilidad, el espíritu crea sin cesar nuevos elementos, nuevos medios, nuevas formas... "Los poderes de la vida" (1957), Omraam Mikhael Aivanhov
Frases de "Los poderes de la vida" (1957) Frases de Omraam Mikhael Aivanhov
El cohete se alzaba blanco y enorme en medio del depósito, y reflejaba la blancura de la luna y el azul de las estrellas. Bodoni lo miraba con amor. Sentía deseos de acariciarlo y abrazarlo, y apretar la cara contra el metal, contarle sus anhelos más secretos. "El hombre ilustrado" (1951), Ray Bradbury
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