Siempre hablamos de defectos análogos a los que tenemos, como si fuera una manera desviada de hablar de nosotros, que une al placer de absolvemos el de confesar.
Pero en las teorías políticas y filosóficas, como en las personas, el éxito saca a la luz defectos y debilidades que el fracaso nunca hubiera mostrado a la observación.
Cuando en las obras del sabio no encuentra defectos, contra la persona cargos suele hacer el necio.
Por los defectos de los demás el sabio corrige los propios.
Los pequeños defectos de los grandes, son grandes defectos.
Por los defectos de los demás el sabio corrige los propios.
(...) no quería ser ya el más grande, el más fuerte o el más inteligente. Todo eso lo había superado. Deseaba ser querido como era, bueno o malo, hermoso o feo, listo o tonto, con todos sus defectos...O precisamente por ellos. "La historia interminable" (1979), Michael Ende
"La historia interminable" (1979) Frases de "La historia interminable" (1979) Frases de Michael Ende
Procuro ser siempre muy puntual, pues he observado que los defectos de una persona se reflejan muy vivamente en la memoria de quien la espera.
Repitió la lista, enumerando en voz baja todas las debilidades, los defectos, los errores y los males que lo atormentaban. Los confesó todos. En un prolongado y espléndido reconocimiento de sus faltas, se desnudó ante Dios sin ocultar nada.
(...) Al margen de mi prosapia y opulencia, oso decir que soy un adonis, pese a ciertos defectos, como que mido tan solo un metro y medio y peso cuarenta y cinco kilos, que ando algo desdentado, mondo y lampiño, además de un poco bizco y significativamente cojitranco. Pero hasta el sol tiene sus manchas.
(...) Algunos hombres eran ciegos, otros tenían poca paciencia. Y otros oían voces. Todo era lo mismo, en el fondo. Un hombre se definía no por sus defectos, sino por cómo los superaba. "El pozo de la ascensión" (2007), Brandon Sanderson
"El pozo de la ascensión" (2007) Frases de "El pozo de la ascensión" (2007) Frases de Brandon Sanderson
Entretenerse en buscar defectos al prójimo es prueba suficiente de no ocuparse apenas de los suyos propios.