De mí se dirá posiblemente que soy un escritor cómico, a lo sumo. Y será cierto. No me interesa demasiado la definición que se haga de mí. No aspiro al Nobel de Literatura. Yo me doy por muy bien pagado cuando alguien se me acerca y me dice: me cagué de risa con tu libro.
Frases de Roberto Fontanarrosa
Hemos de saber anticiparnos a encontrar lo cómico que haya en nosotros. Así podremos evitar que otros se burlen de nuestra escasa perfección.
No estoy seguro de cómo me convertí en comediante o actor cómico. Tal vez no lo sea. En cualquier caso me he ganado la vida muy bien durante una serie de años haciéndome pasar por uno de ellos.
Podría ser llamado un actor cómico, pero prefiero "artista cómico". Por una flor de razón: porque así se gana más dinero.
Un cómico hace cosas raras. Un buen comediante hace cosas divertidas.
En cuanto un cómico empieza a reír en la pantalla es como si dijese al público que no debe tomarle en serio, que todo eso "es broma". De hecho, no se le tomará más en serio y por mucho que se encuentre en las situaciones más cómicas ya no harán reír. Después de todo, el cine cómico consiste, para el actor, en "hacer el tonto" y cuanto más seriamente lo haga más divertido será.
En una situación dramática, el actor tiene que hablar lo bastante extensamente para transmitir una determinada idea que el público quiere conocer con todo detalle. El cine cómico, por su parte, depende de un acontecimiento inesperado que sucede súbitamente, de tal forma que no se tiene tiempo de meditar sobre él.
Es cómico todo arreglo de hechos y acontecimientos, que encajados unos en otros nos den la ilusión de la vida y la sensación clara de un ensueño mecánico. "La risa" (1899), Henri Bergson
"La risa" (1899) Frases de "La risa" (1899) Frases de Henri Bergson
Fuera de lo que es propiamente humano, no hay nada cómico. Un paisaje podrá ser bello, sublime, insignificante o feo, pero nunca ridículo. Si reímos a la vista de un animal, será por haber sorprendido en él una actitud o una expresión humana. Nos reímos de un sombrero, no porque el fieltro o la paja de que se compone motiven por sí mismos nuestra risa, sino por la forma que los hombres le dieron, por el capricho humano en que se moldeó. "La risa" (1899), Henri Bergson
"La risa" (1899) Frases de "La risa" (1899) Frases de Henri Bergson