El verdadero rostro del alcohólico no es el que muestran las publicidades torpemente (...) sino una realidad más autentica: la del sufrimiento humano.
No soy borracho, soy alcohólico.
Me di cuenta de que era alcohólico cuando me levantaba a la mañana y necesitaba un vaso de vino.
Yo le hago la apología a la ginebra, pero ahora ya no quiero más. Nunca pensé que fuera el elixir de la vida, más bien es el elixir de la muerte, y te vas dando cuenta dentro de tu cuerpo, te vas dando cuenta que algo se está extinguiendo.
El miedo a la pérdida de identidad era descomunal. Tal vez eso había nacido con el asunto de "Clapton es Dios", que había hecho que basara buena parte de mi autoestima en mi carrera. Cuando tuve que pasar a centrarme en mi bienestar como ser humano, y en la consciencia de que era un alcohólico que sufría la misma enfermedad que todos los demás, sufrí un colapso.
Dadme un poeta: haré de él dos músicos de los cuales uno será cancionista y el otro el pianista que le acompañe. Al cabo de un instante, el cancionista habrá montado un cabaret llamado "Montmartrense". Unos años después, el pianista habrá muerto alcohólico y el cancionista será príncipe, duque o algo mejor aún.
Un alcohólico es alguien que no deja de dejar de beber, esto es, que no deja de llegar al último vaso. ¿Qué quiere decir esto? En cierto modo, sabes, es como aquella fórmula tan hermosa de Péguy: "el último nenúfar no repite al primero". (...) ¿Que significa el último vaso para un alcohólico? Bueno, éste se levanta por la mañana (supongamos que es un alcohólico de mañana –los hay de todos los tipos) y no deja de estar pendiente del momento en que habrá de llegar al último vaso. (...) Y el último vaso quiere decir lo siguiente: él evalúa, hay una evaluación, él evalúa lo que puede soportar sin desplomarse. Varía mucho en función de cada persona, así que él evalúa el último vaso y luego todos los demás. Ésta será su manera de seguir –esperando el último. ¿Y qué significa el último? Significa que ese día ya no aguanta más bebida. Es el último que le permitiría empezar de nuevo al día siguiente, porque si llega al último que, por el contrario, excede su poder, si supera el último que queda bajo su poder para llegar al último que excede su poder, se desploma. Llegado ese momento, está perdido.
Eres un alcohólico y además te encanta. En tu vida sólo hay espacio para un amor, Danny. Yo no significo nada para ti; sólo soy una chica mona que queda bien colgada de tu brazo», declaró, mordiéndose ansiosamente el labio inferior. No te importo yo, ni mi carrera, ni mis necesidades. A mí no me gusta beber, Danny. No me dice nada. Ni siquiera creo que te siga gustando follar conmigo, porque lo único que te apetece es beber. Eres un alcohólico. "Secretos de alcoba de los grandes chefs" (2006), Irvine Welsh
(...) Escuchar aquellas palabras de labios de ella le produjo una tremenda impresión. ¿Era un alcohólico? ¿Eso qué era? ¿Alguien que siempre está bebiendo? ¿Que es incapaz de decir no a una copa? ¿Que bebe a escondidas? ¿Alguien que ya está pensando en la copa siguiente antes de haber terminado la que tiene delante? "Secretos de alcoba de los grandes chefs" (2006), Irvine Welsh
¿Qué me podría dar espiritualidad? Preguntó un alcohólico al Maestro. "Una intoxicación no-alcohólica", fue su respuesta. "¿Quién puede hacer que amanezca?" (1985), Anthony De Mello
La vida es una porquería pero tenemos el sentido del misterio para poder vestirla y hacerla soportable. El alcohólico tiene el alcohol para probarla con algo más que la piel de los días.
Al calor de los alcoholes los desconocidos se vuelven amigos, los amigos se dicen hermanos y los hermanos se gritan: ¡compadre!