Selección de frases de Yukio Mishima sobre la muerte

Yukio Mishima tenía una fascinación compleja y profunda por la muerte, y este tema se refleja en sus obras literarias y ensayos.

Consideraba que la muerte era de suma importancia tanto en la vida individual como en la cultura japonesa en general, donde el concepto de muerte honorable (seppuku) ejercía una profunda influencia.

En sus frases, Mishima explora la muerte no solo como un acontecimiento final, sino también como una expresión de belleza y trascendencia, destacando su percepción de la muerte como un último acto de libertad y elección. Sin embargo, su enfoque también abarcaba una perspectiva trágica y a menudo sombría, añadiendo una complejidad adicional a su exploración de la mortalidad.

Frases de Yukio Mishima acerca de la muerte

01.En Oriente, la muerte está claramente más viva que la vida.El color prohibido


02.En sus sueños, la gloria, la muerte y la mujer eran consubstanciales.El marino que perdió la gracia del mar


03.La debilidad que mi corazón sentía por la Muerte, la Noche y la Sangre era innegable.Confesiones de una máscara


04.Sintió que había cierta elegancia en la asociación de la muerte con aquella cara sana y radiante.La perla y otros cuentos


05.Los únicos recuerdos de su vida en tierra eran de eterna devastación: pobreza, enfermedad y muerte.El marino que perdió la gracia del mar


06.El juguete también levantaba la cabeza ante la muerte, los charcos de sangre y los cuerpos musculosos.Confesiones de una máscara


07.La muerte es algo horrible de presenciar, en cualquier circunstancia. No debes dejarte atemorizar, ¿Comprendes?La perla y otros cuentos


08.Una vez que el ser humano satisface todas sus exigencias, resta sólo la muerte como el único deseo insatisfecho.La ética del samurái en el Japón moderno


09.El valor esencial (...) está precisamente en la capacidad de permanecer al acecho en las tinieblas de la muerte y la inquietud.Lecciones espirituales para los jóvenes samuráis


10.Los hombres usan máscaras para embellecerse. Pero a diferencia de la mujer, la decisión de embellecerse de un hombre siempre es un deseo de muerte.


11.Con dieciocho años, me sentía incapacitado para el fallecimiento prematuro que yo ansiaba. Me faltaban los músculos adecuados para una muerte trágica.El sol y el acero


12.No hay momento más deslumbrante que aquel en que nuestras fantasías acerca de la muerte y el peligro y la destrucción del mundo se transforman en deber.El sol y el acero


13.Los únicos recuerdos de su vida eran de eterna devastación: pobreza, enfermedad y muerte. Al convertirse en marino, se había apartado de la tierra para siempre.El marino que perdió la gracia del mar


14.Todo aquello no era sino una solemne preparación para la muerte. La rutina doméstica o una forma de pasar el tiempo hasta que llegara el momento del enfrentamiento definitivo.La perla y otros cuentos


15.Morir por enfermedad es un desenlace natural y, como tal, es un hecho sujeto a las leyes de la naturaleza. En cambio, la muerte voluntaria es un privilegio de la libertad individual.La ética del samurái en el Japón moderno


16.Aquellas personas que intentan vivir y morir bellamente, en realidad están eligiendo una muerte fea, mientras que los que se deciden por una vida y una muerte feas están escogiendo una vida bella.La ética del samurái en el Japón moderno


17.Esperaba la muerte con una dulce esperanza. Como he mencionado más de una vez, el futuro presentaba una carga pesada para mí. Desde el principio me oprimía la idea de vida con todos los deberes que conllevaba.Confesiones de una máscara


18.Del mismo modo que para probar la dureza de un diamante es necesario frotarlo contra un rubí o un zafiro sintético, también para probar la resistencia de la vida es inevitable enfrentarse con la dureza de la muerte.Lecciones espirituales para los jóvenes samuráis


19.La vida y la muerte. Una cuestión que no podemos rehuir en nuestra vida cotidiana. La sociedad moderna olvida constantemente el significado de la muerte. ¿Lo olvida? No, realmente no lo olvida. Lo que pasa es que evita enfrentarlo.La ética del samurái en el Japón moderno


20.En mi vida he visto fábrica tan extraña. En ella, todas las técnicas de la ciencia y de la dirección de empresas, aunadas al pensamiento de excelsos cerebros exactos y racionales, estaban consagradas a una sola finalidad: la Muerte.Confesiones de una máscara


21.Pensar en la muerte a diario es como pensar en la vida todos los días. Hay que reconocer que cuando hacemos nuestro trabajo pensando en que vamos a morir hoy, el trabajo se pone de repente a irradiar luces vivas: se vuelve radiante.La ética del samurái en el Japón moderno


22.Los bombardeos aéreos comenzaron a ser más y más frecuentes. Me daban un miedo insólito, pero, al mismo tiempo, sin que supiera por qué, esperaba la muerte con impaciencia. A pesar del pavor que me provocaban los ataques aéreos, estaba al mismo tiempo ansioso de morir.Confesiones de una máscara


23.El tiempo cambia al hombre, lo hace voluble y oportunista, lo corrompe o lo mejora. Pero si el ser humano siempre tiene delante la muerte y siente que solamente existe vida en cada momento que vamos viviendo, entonces comprende que no hay que respetar tanto el paso del tiempo.La ética del samurái en el Japón moderno


24.Si, la juventud siente un ansia ideal por la muerte. Por su parte, a las personas que han llegado a una edad mediana las invade, cuanto más edad tienen, el miedo a contraer un cáncer. Y este conocer es un asesino cuya crueldad resulta superior a la de cualquier autoridad política.La ética del samurái en el Japón moderno


25.No podemos tener la experiencia de la muerte. Sin embargo, de vez en cuando, tenemos la posibilidad de experimentar la muerte. La experimentamos por medio de la idea de la muerte, la de una muerte en la familia, la de un ser querido. En una palabra, la muerte es el único estilo de vida.El color prohibido


26.En su vida cotidiana, las mujeres de la isla se exponían con toda naturalidad a los peligros y la muerte que acechan en el mar, pero cuando se trataba de excursiones a las ciudades gigantescas que ellas ni siquiera habían visto, las madres tenían la sensación de que sus hijos emprendían grandes aventuras que desafiaban a la muerte.El rumor del oleaje


27.Los dieciséis días que siguieron fueron los más felices en la vida de Etsuko. Su luna de miel y la muerte de su esposo, ¡qué gran parecido guardaban estos dos breves períodos de alegría! Ahora viajaba con él, al encuentro de la muerte. Había en este viaje, como lo hubo en el de bodas, el mismo abuso de cuerpo y alma, el mismo dolor incansable, el mismo deseo insaciable.Sed de amor