La repugnancia que sentían las dos mujeres hacia el amor carnal influía también mucho en su amistad. Una odiaba aquel amor porque había experimentado todo el horror del mismo; la otra, sin haberlo conocido, lo miraba como algo incomprensible y, al mismo tiempo, repulsivo, degradante para la humanidad. "Resurrección" (1899), León Tolstói
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